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PRESUPUESTOS 2003

Montoro asegura que España crecerá un tres por ciento sin renunciar al ¬déficit cero¬

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía29-09-2002

Spain is different, decían los turistas que acudían a España durante el desarrollismo franquista. Ahora, el Gobierno se ha empeñado en demostrar que la diferencia de España no está únicamente en el sol y en las playas, sino también en el crecimiento económico y en el equilibrio presupuestario.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha presentado en el Congreso el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2003, con el que pretende obtener por tercer año consecutivo el déficit cero. Los PGE hacen caso omiso de las llamadas a la moderación del Fondo Monetario Internacional (FMI), rehúsan mirarse en el espejo de Europa y quieren fomentar la expansión sin salirse del apretado corsé del equilibrio presupuestario. Montoro se ha atrevido a prometer un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del tres por ciento para el 2003, y a cuadrar la diferencia entre los gastos (109.273 millones de euros) y los ingresos (105.695 millones de euros) con un nuevo superávit de la Seguridad Social que, además, va a servir para aumentar en 1.202 millones de euros el fondo de reserva de las pensiones. La abultada diferencia de crecimiento entre España y la UE se conseguirá, según Montoro, gracias a un aumento del empleo y una rebaja en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que harán engordar el bolsillo de los consumidores, de forma que éstos gastarán más dinero. El Gobierno dejará de ingresar unos 2.900 millones de euros por la reforma del IRPF. Aun así, obtendrá una recaudación superior en un 2,7 por ciento a la del 2002. A esto se unirá una previsible subida del precio del tabaco, que elevará el pastel de los impuestos indirectos. Pero la incoherencia se percibe en cuanto se comparan las ideas del Gobierno sobre la evolución del empleo y del paro. Si, por un lado, Montoro espera que se reduzca la tasa de paro en cinco centésimas, por el otro planea gastarse un 19,7 por ciento más en prestaciones por desempleo. El Gobierno insiste en basar su desmesurado crecimiento del PIB en el dinamismo del consumo, mientras la oposición asegura que esto no será posible porque, a la hora de la verdad, las familias no dispondrán de más dinero. Tanto el Partido Socialista (PSOE) como Izquierda Unida (IU) han anunciado que presentarán enmiendas a los PGE. El PSOE quiere aprovechar la coyuntura europea para permitir unas décimas de déficit, mientras que IU pretende que se llegue incluso a los tres puntos. El PSOE, además, ha denunciado una prestidigitación contable que enmascara un descuadre real de siete décimas: si en vez de contabilizar las operaciones en términos de devengo (cuando se comprometen) se hiciera en términos de caja (cuando se llevan a cabo), no aparecería, ni con mucho, el soñado déficit cero.