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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

La suerte de vivir en España

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional12-02-2018

No todos los nacionalistas regionales tienen la suerte de vivir en España. Aquí, Cataluña y el País Vasco gozan de unos privilegios y de unas competencias gubernamentales que son la envidia de muchos territorios con anhelos similares. Sin embargo, los ejecutivos catalán y vasco siguen siendo insaciables y aspiran a obtener aún más ventajas e incluso alcanzar la independencia.

Un dicho famoso afirma que "Contra el vicio de pedir está la virtud de no dar". Es lógico que los nacionalistas soliciten obtener muchos beneficios, pero el destinatario de esas peticiones también debe saber hasta qué punto puede y debe llegar. Sin embargo, los diferentes gobiernos españoles se han caracterizado por ceder ante las presiones nacionalistas, con tal de lograr su apoyo para dirigir el Estado y así evitar formar una gran coalición similar a la que se acaba de alcanzar en Alemania.

Lo peor no es desconocer dónde está el límite que no se debe sobrepasar, sino tener miedo a aplicar la ley. Hay países en donde no se dan ese tipo de problemas. Cualquier Estado de Estados Unidos sabe que si se declara independiente se va a encontrar con el Ejército estadounidense para impedirlo, porque el desmembramiento es un hecho que no contempla la Constitución, ya que la unión es perpetua. En Reino Unido, el Gobierno británico, siempre que lo ha considerado necesario, no ha tenido inconveniente en suspender en más de una ocasión la autonomía de Irlanda del Norte.

El ejemplo más reciente, al respecto, se encuentra en la visita del presidente francés, Emmanuel Macron, a la región de Córcega para conmemorar el 20 aniversario del asesinato del prefecto Claude Érignac, a manos de terroristas corsos. Allí, Macron aseguró que la única concesión que está dispuesto a dar al nacionalismo corso es el reconocimiento de la particularidad de la isla en la Constitución francesa, debido a su situación geográfica y a sus especificidades.

Sin embargo, el presidente francés dejó bien claro que no va a haber un estatus especial para los residentes de Córcega, que no se va a reconocer el idioma corso como lengua cooficial, que no se va a acercar a los presos condenados por terrorismo ni, muchísimo menos, concederles la amnistía. Por si no fuera suficiente, Macron recordó que la isla es inseparable de la República Francesa ya que el Estado es "indivisible", como señala el artículo 1 de la Constitución de Francia.

Nadie duda de que Estados Unidos, Reino Unido y Francia son democracias, aunque no hagan concesiones a los independentistas. De hecho, respetar y hacer respetar la Constitución, no tener miedo a aplicar las leyes ni pavor al qué dirán son algunos de los aspectos que distinguen a las potencias.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD