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APUNTES DE BANQUILLO

Sombras antidopaje

Fotografía

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes28-09-2003

En el mercado persa en que se ha convertido la lista de sustancias dopantes, resulta que se caen de la lista de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que entrará en vigor en enero de 2004, dos de las más populares: la cafeína y la pseudoefedrina. Su lugar lo ha pasado a ocupar el modafinil, una sustancia que estaba en la lista de relacionadas con otras dopantes, por la que dio positivo la estadounidense Kelli White en los Mundiales de atletismo de París, aunque por ahora no ha sido castigada. La decisión trata de que los deportistas no se puedan medicar por enfermedades comunes, como la tos. Sin embargo, se abre la puerta a posibles abusos: tal vez hubiese sido más razonable haber dispuesto que los deportistas pudieran medicarse, aunque siempre bajo la supervisión de un médico, como sucede con los ciclistas que tienen, por naturaleza, una tasa de hematocrito superior a la permitida. Sin embargo, se mantienen prohibidos los derivados del cannabis, que no mejoran el rendimiento de los deportistas, sino que: ¿pretende la AMA combatir el narcotráfico? De locos… Por si hubiese pocas dudas, en pleno afán del Comité Olímpico Internacional (COI) por asegurar, a toda prisa, la máxima limpieza en los Juegos de Atenas, se han levantado ampollas al conocer la supuesta ocultación de varios positivos en Estados Unidos, hace ya varios años, y algunas sanciones recientes que arrojan dudas en cuanto al éxito de la lucha antidopaje. Tampoco ayudan los conflictos entre los agentes: el último, la filtración de un informe confidencial en el que se criticaban los métodos de análisis y control empleados por la Unión Ciclista Internacional (UCI) en el Tour de Francia. En juego, además, está la supervivencia de la propia AMA: la postura más inflexible de los responsables galos podría incluso hacer peligrar su financiación, asegurada hasta ahora por gobiernos y organismos deportivos. No hay que dudar de la intención de los legisladores, aunque sí de que las prisas vayan a ser buenas consejeras. Pero si no se establece debate más abierto y no se explican los motivos por los que una sustancia se incluye o se quita de la lista de productos prohibidos, ¿qué legitimidad tienen los organismos sancionadores? La progresiva implantación del Código Antidopaje unificado está provocando problemas, aunque lógicos, por los ajustes. Sin embargo, la situación sólo aumenta la confusión en que trabajan los deportistas. Vaya como ejemplo la Federación Internacional de Natación (FINA), que puso mano dura y sancionó con cuatro años de suspensión los positivos. Ahora se ha visto obligada a reducir los castigos a dos años: ¿quién devuelve ahora a los deportistas el tiempo perdido? ¿Quién sanciona a los sancionadores?

Fotografía de Roberto J. Madrigal