ANÁLISIS DE LA SEMANA
Abuelos
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad29-06-2003
Tienen el rostro curtido, las manos gastadas, la sonrisa antigua. En sus ojos habita un mar de nostalgia, de recuerdos, con algunas olas que ha esculpido a golpes la sal, en las que escuecen heridas curadas deprisa. En su rostro también brilla una pizca del reflejo sobre el agua de la luz, empujada por el viento de la alegría de vivir. Vivir más. Vivir con los demás, con los suyos. Han vivido largo e intenso, han caído, se han levantado y han vuelto a caer enésimas veces. Han errado, han sido héroes, también villanos y ahora, la mayoría de ellos, que dan explicación a nuestro pasado y a nuestro presente, ahora están en un rincón, en silencio, casi olvidados. Sentados junto a la ventana ven pasar la gente, arrastrada por un mar de prisas, cuando ellos necesitan calma, cariño, cuidados y que alguien les haga caso, que escuche esas historias que siempre cuentan emocionados. Quizás tengan de todo lo que se puede tener entre las manos, pero en el corazón les queda tanto sitio, tantas paredes sin amueblar… Y el reloj corre. Saben más que nadie que el tiempo se les acaba. En su soledad, atónitos, ven pasar en la televisión imágenes casi irreales: que el hombre busca vida en Marte; que a pesar de tantas cosas, los niños nacen con menos fuerzas; que cada vez se conocen más casos de maltrato a mujeres; que el dinero y los intereses económicos ganan la batalla a la salud, a la vida, al bienestar de las personas, mientras se mezclan las gentes, las costumbres, las religiones. Y muchos abuelos siguen ahí, olvidados junto al cristal.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo