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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Un tipo bajito

Fotografía

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura2 min
Economía10-11-2002

No es un tipo habitual, es un tipo bajito. Al menos para lo que nos tenía acostumbrados la Reserva Federal de EE.UU. Desde 1962 no se había visto uno de esos con tan poca altura, aunque sigue manteniendo cierto nivel de interés por mucho que se achique. Del 6,25 por cierto del que gozaba el tipo de interés estadounidense a finales del año 2000, se ha pasado a un paupérrimo 1,25 por ciento en el que se sitúa en la actualidad. Este tipo tan bajo es resultado de los malos datos económicos que se han sucedido en EE.UU. a lo largo de los últimos meses. La economía más fuerte del mundo no está en su mejor momento. Todos los indicativos que deberían subir, bajan, y viceversa. La tendencia de crecimiento del PIB disminuye, la confianza de los consumidores no hace más que bajar y las arcas del Estado no se rellenan con la misma facilidad con la que solían hacerlo. Por el contrario, los niveles de desempleo aumentan. Cada mes se quedan sin trabajo miles de personas y depende del mes los miles de personas se convierten en cientos de miles de personas. Para intentar inyectar cierta liquidez al sistema económico y propiciar que los ciudadanos consuman más, se han bajado los tipos de interés. Básicamente esta es la razón para su descenso. Las complicaciones económicas no se quedan en EE.UU, saltan el charco y llegan hasta la Europa unida, que aunque conserva el tipo tal y como estaba, tampoco está pasando por una de sus etapas más boyantes. Está visto que coordinar economías tan diferentes es complejo, y más cuando algunas de ellas están sumidas en una crisis económica que está desbarajustando sus niveles. El euro es el único que parece fortalecido en medio de tanto caos, ya que ha vuelto a sobrepasar al dólar en su cotización. De entre los países que están en problemas en la UE destacan Alemania, cuyos números no acaban de cuadrar. Su déficit crece alarmantemente, al igual que ocurre con Francia y con Portugal. España no llega a los niveles de estos tres países pero las cifras ya no son las que eran. El crecimiento ha sido menor del que se esperaba y el paro sigue aumentando, aunque los afiliados a la seguridad social aumentan. Dato paradójico que pone contento al Gobierno. Mientras todas estas cifras siguen saliendo a la luz, las Bolsas van haciendo su camino del todo impredecible. Se esperaba que con la bajada del tipo, en Wall Street se animasen los inversores, pero ocurrió que se quedaron atónitos ante tamaña bajada y la desconfianza dejó los mercados sin excesivos movimientos. En Europa, donde se esperaba con ansia una bajada de los tipos, esto no ocurrió. La decepción fue tal que a falta de tipos bajitos lo que acabaron bajando fueron las acciones.

Fotografía de Raquel González