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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Trump sí quiere a la prensa

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional30-01-2017

Mucho se está hablando de que Donald Trump odia a los medios de comunicación... pero realmente los ama, aunque ni uno ni los otros todavía se hayan dado cuenta. Si no, no tiene sentido que el nuevo presidente de Estados Unidos esté generando tantísima información y provocando titulares de lo más llamativos. Además, lo hace todos los días y por cualquier canal, bien sea en rueda de prensa, en comparecencias o a través de Twitter.

Trump está dando tanto de lo que hablar... que lo más correcto sería que a partir de ahora los medios cambiaran el nombre de la sección internacional y la pasaran a llamar sección "Trump". El presidente lleva diez días en el cargo y, prácticamente, solo se habla de lo que está haciendo o diciendo Donald Trump.

Ciertamente, hay razones para ello, ya que el nuevo inquilino de la Casa Blanca ha entrado como un elefante en una cacharrería, y eso que la opinión pública estaba advertida de las formas mostradas durante la campaña electoral. Aun así, muchos creían que la llegada al poder le iba a transformar en las formas e incluso también en el fondo, que iba a ser consciente de la enorme responsabilidad que tiene como mandatario de la primera potencia del mundo...

Por si no fuera suficiente, Trump es presidente de Estados Unidos por el sistema electoral vigente en el país, ya que sacó casi tres millones de votos menos que su contrincante, Hillary Clinton. Por esta razón, a la hora de aplicar sus políticas, el máximo mandatario debería pensar también en los ciudadanos que no le votaron, que son más de los que sí confiaron en él.

No va a ser así, queda muy bien en el discurso, pero pocos presidentes lo hacen, y mucho menos Trump. El nuevo presidente de Estados Unidos tiene muy claro cuáles son sus políticas y cómo las quiere aplicar, y estas se basan en el nacionalismo, en el proteccionismo y en el bilateralismo, aderezadas con prepotencia y cierto menosprecio hacia quien no piensa como él. Las nuevas medidas pueden ser efectivas a corto plazo, pero existe un gran riesgo de aislamiento del país y de empobrecimiento de la población.

Ahora, ya solo queda la esperanza de que estos primeros días de Trump al frente de la Casa Blanca sean como lo que ocurre con la botella de Coca-Cola, que al abrirla sale con fuerza, pero que a medida que va pasando el tiempo va perdiendo gas... hasta que no queda ni una sola burbuja de esas que al principio pusieron perdida toda la mesa.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD