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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Los 180 de Dilma Rousseff

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional16-05-2016

Vaya, vaya... Las cosas se le están poniendo muy difíciles a Dilma Rousseff. La presidenta de Brasil ha sido apartada temporalmente de su cargo después de que el Senado aprobara seguir adelante con el proceso judicial contra la mandataria.

Ahora, durante los próximos 180 días, como máximo, asume el poder un presidente interino, Michel Temer, quien ya era vicepresidente del Gobierno. Mientras tanto, la Justicia tendrá que demostrar si Rousseff recibió dinero para maquillar la deuda pública del país y para que su gestión no se viera empañada en los últimos comicios, que supusieron su reelección.

Rousseff está indignada, recela del propio Temer, niega los cargos y afirma que el proceso contra ella es ilegítimo, constituye un golpe de Estado y ha llamado a sus seguidores a movilizarse por lo que está ocurriendo.

Más vale que Rousseff se dedique a preparar su defensa en vez de agitar a las masas y alentar un enfrentamiento social. Generar crispación no es la solución, porque se está encendiendo una mecha que puede descontrolarse, ocasionar disturbios y tener graves consecuencias.

En cualquier caso, si Rousseff está tan segura de su inocencia debería creer en la imparcialidad de las instituciones. Sin embargo, la desconfianza y las dudas sobre la hasta ahora presidenta han ido creciendo en las últimas semanas. Lo han hecho no solo por este caso, sino también por su descarada ayuda al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Lula está acusado de ser uno de los beneficiarios en un presunto caso de desvío de, aproximadamente, 2.000 millones de euros. En plena tormenta, Rousseff, su sucesora al frente de la Presidencia, le nombró ministro deprisa y corriendo. Las sospechas aumentaron aún más cuando se filtraron unas conversaciones entre ambos en las que se dejaba entrever que el nombramiento era una treta para dificultar la actuación judicial.

Hay decisiones que, por decoro y por respeto a la población, no se deben tomar, aunque estas se ajusten a las leyes. Ahora, la destitución temporal de Rousseff se ha visto acompañada de la salida de la mayoría de ministros de su Gobierno, entre ellos la del propio Lula.

El nuevo presidente ya ha empezado a ejercer como tal, ha formado su propio Ejecutivo y parece que va a seguir políticas diferentes a las de su antecesora. Aun así, todo puede ser efímero si la investigación exculpa a Rousseff y esta recupera el poder.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD