Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Una lucha entre el desafío y la paciencia

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional04-06-2012

Lo que está sucediendo en Siria es una auténtica lucha entre el desafío y la paciencia. Ambos contrincantes se mantienen firmes en sus posiciones y, de momento, no está claro quien va ganando la contienda. Por poner cara a ambos contrincantes, habrá que decir que el desafío lo encarna el régimen de Bashar al Asad, y la paciencia está representada por la comunidad internacional. Sí, se lleva mucho tiempo hablando de las barbaridades que cometen las fuerzas sirias o las milicias progubernamentales. Sin embargo, el aumento de la represión ha ido acompañado de un incremento de la paciencia mundial hasta límites vergonzosos. Las matanzas perpetradas la semana pasada causaron cientos de muertos y se suman a una larga lista de atrocidades que no se detienen. Aunque parezca mentira, las alarmas no terminan de encenderse entre los principales actores internacionales. China y Rusia siguen siendo reticentes a apoyar medidas más contundentes de las que se han aprobado hasta ahora (y que, como era de esperar, no han dado resultado). Mientras tanto, la ONU denuncia el sistemático uso de la tortura por parte del régimen. Se estima que en todos estos meses han muerto aproximadamente 10.000 personas y que hay cientos de miles de desplazados. Pese a todo, tampoco hay que culpar únicamente a los gabinetes chino y ruso por su posición en el asunto sirio. Las demás potencias (Estados Unidos, la Unión Europea...) también tienen su responsabilidad en el asunto, simplemente lo escenifican de otra manera. Eso sí, todas demuestran que esa paciencia está vinculada a los intereses propios, y que estos son más importantes que el problema sirio. De vez en cuando ponen el grito en el cielo por una cuestión de conciencia, pero su actitud les delata y supone un agravio comparativo con otros conflictos. Es de suponer que, algún día, cambien los intereses, la paciencia se agote y se pase factura al Gobierno de Al Asad. Visto lo visto, es difícil averiguar cuándo ocurrirá esto, lo que sí se sabe es que cuanto más tiempo se deje pasar más se enquistará el asunto y más traumática será la solución.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD