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ANÁLISIS DE DEPORTES

Épica deportiva

Fotografía

Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura2 min
Deportes05-07-2009

Pocos recordarán en el futuro que en la final de Wimbledon 2009 Roger Federer se convirtió en el mejor tenista de la historia de forma matemática. A efectos prácticos la amplia mayoría de la comunidad tenística ya le consideraba como tal. Pero lo que nadie olvidará será el épico espectáculo que ofrecieron el suizo y el estadounidense Andy Roddick, tal vez el perdedor más digno que jamás haya salido derrotado del All England Club. Aguantar un set de 30 juegos al máximo nivel después de cinco horas seguidas sobre la pista es algo que está al alcance de muy pocos elegidos. Y, cuando dos de ellos se juntan en un escenario tan mítico como la hierba del torneo londinense, todo se asocia para abrir las puertas de la leyenda. Como el gol de Ronaldo al Compostela (¿quién recuerda ya en qué temporada fue?) o la mítica canasta de Michael Jordan conocida como The Shot (muchos ni siquiera se acuerdan ya de que se la metió a Cleveland), la victoria de Federer contra Roddick se ha hecho ya un hueco en la memoria de las masas; un espacio privilegiado digno del mejor tenista que ha pisado nunca una pista de tenis. Por fortuna para los amantes del deporte, son cada vez más los valientes capaces de hacer que una competición se convierta en un regalo para el alma. Pocas demostraciones de valentía y capacidad de sacrificio pueden superar a la de correr un Gran Premio con la pierna fracturada o lograr una victoria sobre una moto con el cuerpo totalmente magullado. Daniel Pedrosa y Jorge Lorenzo han demostrado en Laguna Seca que el deporte español también se puede sentir orgulloso. Y ahora llega el Tour de Francia. Con Alberto Contador y Lance Armstrong en el mismo equipo raro es que julio de 2009 no acabe siendo uno de los meses con más concentración de gestas deportivas. Los aficionados con buen paladar están de enhorabuena.

Fotografía de Alejandro G. Nieto