Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

SIN CONCESIONES

Lecciones de las elecciones

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura3 min
Opinión28-05-2007

Zapatero tiene desde hoy un nuevo motivo de preocupación. El resultado de las elecciones autonómicas y municipales del 27-M arroja un turbio futuro tanto para el PSOE como para el gobierno que dirige. El PP vuelve a ser la fuerza más votada en unas elecciones nacionales. Se trata de un éxito imprevisto por mucho que algunos dirigentes populares, incluido Rajoy, vaticinaran durante la campaña electoral una victoria en número de sufragios con respecto al PSOE. La diferencia es escasa: apenas 150.000 sufragios. Sin embargo, el triunfo del PP es especialmente significativo porque llega sólo tres años después de que Zapatero ganara las elecciones generales. A poco que el PSOE hubiera hecho bien las cosas, Zapatero tendría que haber incrementado notablemente aquella ventaja. Mas no ha sido así, sino al contrario. Zapatero ha perdido 150.000 votos con respecto a los comicios municipales de 2003. De poco le ha servido recuperar la guerra de Iraq y el atentado del 11-M. Sus votantes le han castigado de la manera que suelen hacerlo: con la abstención. Mariano Rajoy está bastante satisfecho porque nadie -ni siquiera él- habría apostado por este resultado cuando hace tres años perdió las elecciones generales. El PP de Rajoy ha conseguido ahora 30.000 votos más de los obtenidos hace cuatro años por el PP de Aznar. Además, ha ganado en la inmensa mayoría de las capitales de provincia y grandes ciudades de España. El balance es tan positivo para estar en la oposición que los más optimistas dentro del PP creen que dentro de una año habrán vuelto al Gobierno. Sin embargo, Rajoy tiene muchas lecciones que aprender del resultado de estos comicios. Para empezar, pierde la mayoría absoluta en Navarra. La comunidad autónoma donde más empeño ha puesto Rajoy en el último año es precisamente la que le da un varapalo. Algo parecido le ocurre en el País Vasco, ya que el PP no sólo pierde los gobiernos de Álava y Vitoria sino que baja un concejal en Bilbao y San Sebastián. Parece que los argumentos de Rajoy contra el terrorismo de ETA no calan donde más debería. Así que resulta evidente que los populares tendrán que revisar su mensaje o, por lo menos, la manera en que transmiten sus ideas sobre el principal problema que tiene España. Quedan nueve meses para las elecciones generales de 2008. Así que los dos principales partidos políticos todavía tienen tiempo para detectar sus deficiencias, corregir errores y plantear proyectos que de verdad motiven e ilusionen a los ciudadanos. Zapatero debería aprender que su política revisionista y radical sólo ha servido para afianzar las ideas de los simpatizantes de Rajoy. Ni uno sólo de los que ciudadanos que votaron al PP hace cuatro años se ha quedado en casa. Al contrario, el PP tiene ahora más apoyos que los que recibió entonces pese a que la participación ha sido menor. También tienen mucho que reflexionar dirigentes políticos como Gaspar Llamazares y Artur Mas, que sufren una sangría de votos y concejales en sus ya de por sí debilitadas formaciones. La peor noticia de estas elecciones, sin duda, es el regreso a los ayuntamientos de 439 simpatizantes de ETA. El Gobierno no quiso ilegalizar a Acción Nacionalista Vasca (ANV) y el resultado no podía ser peor: los proetarras gobernarán al menos en 25 municipios de País Vasco y Navarra gracias a los más de 94.000 votos conseguidos en las urnas. Todo esto se habría evitado si Zapatero hubiera ordenado cumplir la ley. Los simpatizantes de ANV, que según Zapatero no guardan relación con ETA, fueron los únicos que boicotearon las elecciones y dificultaron el ejercicio al voto de muchos ciudadanos. Pero a Zapatero parece no importarle. Sigue esperando un milagro que no sólo ponga fin al terrorismo sino que, ahora, le arregle el desaguisado que le dejan estos comicios. Los españoles ya le han dado el primer aviso. Si no corrige sus errores y rectifica algunas de sus políticas, la próxima lección llegará en forma de derrota firme y contundente en las generales.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito