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DERECHOS HUMANOS

Inmaculada Echevarría muere de eutanasia pasiva

Fotografía

Por Paula PortasTiempo de lectura1 min
Sociedad16-03-2007

"La vida no tiene más sentido que el dolor, la angustia de ver que amanece un nuevo día para sufrir y esperar que alguien escuche, entienda y acabe con mi agonía". Estas fueron algunas de las palabras de Inmaculada Echevarría, una mujer que sufría una enfermedad desde los once años. Había perdido la movilidad casi en todo el cuerpo y vivía postrada en una cama.

Inmaculada Echevarria nació hace 51 años en Navarra. A los once comenzó a sufrir una enfermedad que le llevó a perder la movilidad casi en la totalidad de su cuerpo desde los 30 años. Perdió la musculatura en la cara y en la lengua, aunque aún podía relacionarse mediante el lenguaje, pero con dificultades. Además, hace nueve años, los médicos le practicaron una traqueotomía. Desde entonces quedó unida a un respirador. Los últimos diez años estuvo postrada en la cama de un hospital y tan sólo podía mover los dedos de las manos y de los pies. El pasado 21 de noviembre Inmaculada realizó su petición mediante un escrito al equipo médico responsable de su atención, y a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, para la suspensión del tratamiento con ventilación mecánica que llevaba recibiendo los últimos diez años en la Clínica San Rafael de Granada. El Consejo Consultivo de Andalucía dictaminó que la petición de Echevarría constituía un caso de eutanasia pasiva indirecta, por lo que los médicos que cumplieran esta petición no cometerían ningún delito. Esta resolución basa su dictamen en la Ley de Autonomía del Paciente y la Ley de Salud de Andalucía, que establecen la licitud del rechazo a un determinado tratamiento aun cuando conlleve situaciones que comprometan gravemente la salud del paciente e incluso le lleven a la muerte. De este modo, Inmaculada vio cumplida su petición y falleció en el Hospital de San Juan de Dios de Granada, donde fue trasladada a petición de la clínica privada de San Rafael, donde se encontraba anteriormente, al serle retirado el respirador artificial que la mantenía con vida. Previamente, el equipo asistencial le proporcionó la asistencia sanitaria necesaria para garantizar que el proceso de retirada se produjera sin dolor.

Fotografía de Paula Portas