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CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR

Manjón: “Y tú, ¿de quién eres?

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión19-12-2004

En un lugar de la Universidad, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía una joven de sangre heterogénea, altos ideales y espíritu buscador. Un día, al final de una clase, fue hacia el profesor y le preguntó: “Por curiosidad, es que quiero conocer más sobre política, tú, ¿a quién votarías?” Al profesor le recordó aquella pregunta al anuncio de Kas: “Y tú, ¿de quién eres?”, como si el género humano se dividiera en especies esencialmente distintas según sus apetencias cítricas -muy postmoderno- o afinidades políticas -muy moderno-. Pilar Manjón leyó el discurso de la Asociación 11-M (A11M) ante la comisión de investigación del mayor atentado sufrido en la historia de España. El discurso no llegó a ser políticamente neutro (¿es eso posible?), pero trató precisamente, de denunciar al menos tres actitudes verdaderamente rastreras: la de politizar, la de hacer espectáculo y la del olvido de las víctimas. Si las víctimas sirven para sumar votos, vender periódicos o manifestarnos como lavado de conciencia, conseguidos los objetivos, olvidadas las herramientas. Lo curioso es que, finalizado el discurso, que dejó en evidencia a gran parte de la sociedad española, los políticos se vendieron de nuevo, los periódicos se politizaron y la sociedad civil admiró a esta mujer segundos antes de olvidar su nombre para centrarse de nuevo en los finalistas de Gran Hermano. Manjón, “y tú, ¿de quién eres?”, es la pregunta más insistente que socialmente se ha formulado, la única que parece llegar a las calles, antes de caer, como las otras, en el olvido. Una pregunta triste y superficial, pues Manjón es de CCOO, pero, ¿qué importa eso? Antes que política, es persona y víctima. Sus palabras fueron la sinfonía definitiva de cientos de personas que han gritado en silencio desde el 11-M. Un concierto de una belleza formal emanada del ideal dolido e incomprendido, como del mejor Quijote. ¡Claro que hay política en sus palabras! Y literatura, y preferencias formales por unos giros lingüísticos frente a otros, y seguro que también tiene un favorito, sea el limón o la naranja. Pero no seamos imbéciles. Aquella joven universitaria de sangre heterogénea, altos ideales y espíritu buscador, que tiene legítimas inquietudes políticas, sabe que el discurso de Manjón no fue de teoría política, ni de medios de comunicación, ni de giros lingüísticos, ni de gustos culinarios. No seamos imbéciles y escuchemos con el corazón abierto y la persona toda, a toda la persona.

Fotografía de Álvaro Abellán

$red

Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach