Todos tenemos grandes recuerdos de nuestra infancia grabados en la mente. Yo, en mi memoria, aún conservo la imagen de un famoso concurso de verano, donde los concursantes se pasaban una especie de globo con forma de patata, mientras respondían preguntas, hasta que explotaba. La “patata caliente”. Algo que me saca una sonrisa y que hoy he podido volver a rescatar. Porque después del último exabrupto con la prensa de Luis Enrique, entrenador del Barça, parece que la patata caliente vuelve a la televisión.
Otra semana más, nuevamente remontándonos al pasado, sigamos hablando de educación. Usemos este leve recuerdo para analizar cómo el comportamiento de los máximos exponentes de una marca, en este caso de un club de fútbol, repercuten en la imagen de la entidad y, en cadena, en el resto de acciones del marketing deportivo. En su día lo analizamos con Dani Alves, con Piqué… y hacía tiempo que Luis Enrique iba reclamando su atención. Todos se han ido pasando la patata. Esta semana es el turno del entrenador.
Después de la derrota (me abstengo de calificativos) por 0-4 ante el PSG en Champions, Luis Enrique agarraba fuerte la patata en sus declaraciones para TV3 en la zona mixta. Su seriedad y su tono sarcástico poco a poco iban floreciendo con cada respuesta, como acostumbra, hasta que la salida de tono, con dedo incluido, le explotó a Jordi Grau. Cuántas imágenes como ésta quedarán retratadas en nuestra memoria de aquí a unos años… Y, sinceramente, creo que es un grave problema de educación y de imagen que se tiene que erradicar.
Cuando un equipo sufre una noche nefasta, es normal que la tensión se genere. Sin embargo, tomarla con la prensa te hace quedar en muy mal lugar. Primero, porque son ellos los que van a derivar “tu imagen” a la sociedad y a tus clientes. Segundo, porque muestras una pérdida de educación que genera desaprobación y, a nivel de marketing, nunca es conveniente. Porque las derrotas, con compostura y serenidad, se camuflan. De ellas, finalmente, se puede salir, pero de una mala imagen, no. Cuidado con agrandar tanto la patata, no vaya a ser que explote.
M. Elena Martínez Quesada
Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual
Especializada en Periodismo Deportivo (IESPORT)
Máster en Marketing Deportivo y Máster en Gabinetes de Comunicación (UCM)