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INCENDIOS

Las llamas arrasan Australia

Por Elena R. BenitoTiempo de lectura2 min
Sociedad29-12-2001

Ya han ardido más de 16.000 hectáreas durante la pasada semana. Los responsables del Royal National Park de Australia temen que el parque sea sólo un ceniciento recuerdo. Una capa de humo gris cubría el pasado fin de semana Sídney, cercada por las llamas.

Las vidas de los ciudadanos, especialmente los de la zona oeste y sur de la periferia, estaban en esos días condicionadas por los más de cien incendios que cercan la ciudad. Las instalaciones de saneamiento del agua han quedado inutilizadas y centenares de casas han tenido que ser desalojadas. Al menos en 12.000 se han quedado sin suministro eléctrico. Hasta el sábado, y pese los esfuerzos desesperados por controlar las llamas de casi 5.000 bomberos, el fuego había destruido más de 150 viviendas en la ciudad, situada en la costa sureste del país. La capital del Estado, Camberra, se encuentra a salvo de las llamas, aunque algunos focos continúan activos. Llamas de hasta 60 metros de altura han obligado a cortar varias autopistas, carreteras y líneas ferroviarias. Los australianos recuerdan el incendio de 1994, cuando un fuego forestal se extendió hasta un suburbio de Sídney. Murieron cuatro personas. A pesar de que no hay que lamentar daños personales, según las informaciones recopiladas hasta el sábado, el impacto medioambiental es muy elevado. Además de los altos índices de contaminación y de los daños a numerosos animales, hay que lamentar la pérdida del Royal National Park. Creado en 1879 al sur de Sydney, la capital provincial, el parque se convirtió en la primera reserva natural de Australia y recibió el título de Real en 1954, durante la visita que efectuó la reina Isabel II de Inglaterra. Unos 5.000 bomberos y voluntarios, además de soldados y aviones del Ejército, colaboran en las tareas de extinción. Los bomberos informaron de que al menos nueve de los incendios fueron provocados, otros se deben presuntamente al descuido humano y los demás surgieron de las tormentas eléctricas propias del verano austral que pasa Australia . La policía ha efectuado diversas detenciones, entre ellas, la de tres menores acusados de provocar pequeños incendios, pero aún no se tiene pistas de los culpables de los grandes focos. Se espera que remitan los fuertes vientos, de más de 60 kilómetros por hora, que han azotado el condado de Nuevo Gales durante los últimos días.