El pasado jueves 16 de noviembre, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, fue el encargado de anunciar al ganador del galardón más importante de las letras en español, el premio Cervantes. Este año, el afortunado ha sido el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, un hombre con una vasta trayectoria literaria que cuenta con más de 55 novelas publicadas. El autor se ha convertido en el primer literato centroamericano en ganar el reconocimiento.
La entrega del premio de las letras castellanas y de la compensación económica de 125.000 ligada a él, se celebra todos los años el 23 de abril, en conmemoración a la muerte del autor. La ceremonia tendrá lugar en la Universidad de Alcalá de Henares, en un acto presidido por la Casa Real.
La biografía del escritor ha marcado su obra. El gobernador nicaragüense Anastasio Somoza García inspiraría algunas de sus primeras novelas, como más tarde también lo harían sus propios ideales, utilizaría sus escritos para compartir su visión de la realidad. Ramírez define su literatura como una “crónica general” de su país y de toda America Latina. Dario Villanueva, director de la Real Academia Española y miembro del jurado que le ha hecho ganador, destaca de su obra que “aúna la narración, la poesía y el rigor del observador y el actor”, también ha definido al autor como un digno heredero de la huella de Ruben Darío.
Hace tiempo, con motivo de la publicación desu novela, Sara, el autor confesaba haber perdido sus años más fructíferos como escritor al participar en la revolución sandinista y con su posterior vicepresidencia de Nicaragua. Un lapso de 10 años, bastante difícil de creer con la amplia bibliografía que lleva a su espalda. La política le decepcionó, no fue suficiente para este amante de las letras, lo que le llevó a abandonarla en 1996, para reencontrarse con la literatura y seguir escribiendo libros en plena forma.
Autor de cuentos, novelas, ensayos y memorias. Además de escritor, Sergio Ramírez puede añadir a su currículo los títulos de abogado, periodista y político. Este no es el primer premio que recibe, ha sido galardonado en múltiples ocasiones con reconocimientos de la talla del Alfaguara por su novela Margarita está linda la mar (1998) o el Dahiell Hemett por Castigo Divino (1990).
El premio que en el pasado ganaron auténticos portentos de la literatura española a la altura de Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester o Rafael Alberti, y que el año pasado llegó a Cataluña en reconocimiento a la obra del escritor Eduardo Mendoza, fue creado en 1975 en honor a una de las plumas más importantes de España, el ilustre novelista, poeta y dramaturgo alcalino Miguel de Cervantes. Sobre el escritor de El Quijote, Ramírez habla con cariño del personaje más conocido de la ficción española argumentando que la gracia del viaje de Don Quijote, es que no desea el regreso. Un auténtico amante de la literatura que volará el año que viene a España para recoger su premio.
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