"Hola, agente Cooper. Volveremos a vernos en 25 años" fue una de las últimas frases que se escuchó al final de la Twin Peaks original y ahora, algo más de 25 años después, es lo primero que suena en la nueva entrega de la serie que marcó el comienzo de la revolución de la televisión. David Lynch vuelve a la pequeña pantalla para hacer lo que quiere.
Las reglas las puso en su día Lynch hasta que le dejaron y las ha vuelto a poner ahora, con libertad absoluta. Y en esa libertad está el olvidarse de lo nostálgico todo lo posible y en situar al espectador en varios escenarios desconcertantes; en poner a los personajes, muchos nuevos, en situaciones de momento inexplicables. Lynch va a jugar con la dualidad de nuevo y lo ha hecho ampliando el universo de Twin Peaks al cambiar las reglas. Todo lo que ha rodeado a este regreso de Twin Peaks sigue siendo desconcertante en el mejor sentido: si se estrenaron cuatro episodios de forma simultánea, los espectadores han tenido tenido que esperar dos semanas hasta que pudieron disfrutar del siguiente; si esos cuatro primeros episodios parecían apartarse todo lo posible de Twin Peaks, la serie original y el pueblo, este quinto ha supuesto un regreso tanto en espíritu como en forma al aroma primigenio. David Lynch y Mark Frost siguen sorprendiendo y la serie continúa con su prolongado inicio, al tiempo que presenta nuevos personajes y avanza lentamente en sus muchas tramas ante la espesa capa de escenarios, personajes e historias que la puebla. Un laberinto en el que cuando se empieza a vislumbrar una posible salida se enreda todavía más sobre sí mismo. Ese ha sido el punto clave su supremacía frente a la parrilla que tiene preparada junio, donde esta serie de los años 90, con su retorno, no ha vuelto a lo mismo. Lynch ha regresado tras 25 años a un ecosistema de series donde prima un espectador que busca respuestas con mapas, teorías y rápidas conclusiones en foros y redes sociales. Y lo hace en un momento en el que en la televisión el espectador ya está acostumbrado a historias que van más allá de lo normal, en su narración, en su estructura y en sus personajes, se llame Orange Is The New Black o se llame House of Cards. Y una vez mencionado Orange Is The New Black, una de las series de más éxito, vuelve con su esperada quinta temporada el 10 de junio. Los nuevos episodios han retomado la acción donde lo dejaron los anteriores y exploran las consecuencias del amotinamiento de las adoradas reclusas de Litchfield. La quinta temporada promete ser más intensa, candente y detallista que nunca: tras el explosivo final de la cuarta entrega, toda la acción de la nueva temporada dejará en las internas una huella para siempre y las motivará a luchar por la redención, las respuestas y el respeto que merecen. Todavía hay que esperar un poco para que vuelvan series tan aclamadas como Juego de Tronos o The Walking Dead. La serie que gira entorno a las presas más queridas de la televisión no es la única que tiene fecha de estreno para este mes de junio. La parrilla televisiva tiene previsto satisfacer los diversos gustos del público con series como Preacher, que aterriza en las pantallas el próximo 26 de junio con su segunda temporada. Se trata de una oscura y ácida comedia dramática con tintes sobrenaturales sobre un predicador de Texas, Jesse Custer (Dominic Cooper), poseído por una criatura misteriosa que le permite desarrollar un poder inusual: la capacidad de hacer obedecer a cualquier persona sólo con decir una palabra; Glow, una nueva e inusitada serie original, que llegará a España el 23 de junio, protagonizada por Alison Brie en la piel de una actriz desempleada que se une a una liga de lucha libre femenina de los años 80. Traslada al espectador a Los Ángeles y explica la historia de una actriz en paro que consigue un papel de luchadora que le cambiará la vida. La serie está realizada por los creadores de Orange Is The New Black; Versailles, con su segunda temporada llega el 9 de junio. Una superproducción que va más allá del drama de época. Ante todo, es una serie sobre el poder, representado en su protagonista, el Rey Luis XIV: el monarca que se igualó al sol, el hombre que se hizo Estado, el hombre que hizo de la moda, el arte y la gastronomía instrumentos clave de su poder, llevando como bandera y filosofía "Lo que hago, lo hago por Francia, porque yo soy Francia". Y por último, pero no menos importante, El Ministerio del tiempo. La esperada tercera temporada ya se materializó el 1 de junio. La serie viaja más que nunca en una temporada especialmente cinematográfica, con nuevos directores invitados y con más elementos transmedia. Este mes de junio viene cargado de sorpresas para abrir el verano pero aún así, a pesar de haberse estrenado en mayo (y continuar en junio), Twin Peaks es la serie por excelencia de la temporada y la que está más en boga.
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