Negociantes de éxito, comerciantes de renombre, empresarios con una excelente visión financiera y los más importantes banqueros. Todos ellos tienen un factor en común, el dinero. Poseen todo el que necesitan y, lo mejor del caso, saben gestionarlo para que este aumente con el tiempo. Ahora viene la pregunta capital, ¿Cómo? ¿De qué arte se valen para manejar de forma tan conveniente sus ganancias? Saber que hacer con el dinero y cómo hacerlo no es tarea sencilla. Las aptitudes de los magnates más triunfadores se sobrevaloran en muchas ocasiones. Detrás de una figura visionaria se esconde una vida entera de trabajo y dedicación, sin olvidar un factor determinante que muchas veces pasa desapercibido, la educación recibida, incluso desde niños.
Hijo rico, hijo pobre habla precisamente de estos temas. A lo largo de las páginas de este libro su autora, Francisca Serrano Ruiz, busca que sean las madres de familia las primeras que tomen consciencia de las bases en que deben fundamentar los modales y hábitos de sus hijos para que se conviertan en hombres de provecho en su futuro profesional económicamente hablando. A lo largo de 31 capítulos el lector recibirá una serie de consejos para afrontar situaciones diversas, todo tipo de adversidades y algunas lecciones con las claves para llegar a amasar la mayor fortuna posible con la inteligencia más brillante y las estrategias más ingeniosas.
Sin embargo, la doctrina no se queda en una simple teoría, sino que llega más allá y se completa con cincuenta ejercicios prácticos que invitan a poner estos en práctica y observar sus resultados beneficiosos. A medida que se va asumiendo el contenido uno aprende desde una edad lo suficientemente temprana a enfrentar esa clase de miedos tan comunes ante el periodo de arranque de un negocio de envergadura, así como a dejar atrás ciertos clichés o creencias perjudiciales para la visión de un negociante. El éxito viene desmenuzado en cada párrafo y Serrano Ruiz se vale incluso de su experiencia personal para ilustrar cada hipótesis que presenta en este tomo.
Quizá el punto más fuerte de un ensayo así es su originalidad. Lejos de narrar una historia para fomentar el entretenimiento, aquí se potencia la inteligencia y se anima a la proactividad y la práctica activa de lo aprendido al estilo de un libreto de autoayuda realmente eficiente. A base de un vocabulario sencillo y unas situaciones fáciles de imaginar, cualquiera puede acceder a las enseñanzas que se dejan traslucir. Este es el primer libro sobre la gestión del dinero tal cual es, que pone las cosas tan fáciles y asequibles. Merece consideración extra por fomentar tanto el interés y sacar adelante una meta tan importante como es aprender a manejar los ingresos de forma óptima y llegar a hacer fortuna con ellos, porque al fin y al cabo, ¿Quién no quiere ser millonario?
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