Y al final, la guerra refleja claramente la misión de las tropas españolas en Irak desde el 9 de abril de 2003 hasta el 21 de mayo de 2004, envuelto en emocionantes momentos, documentos y testimonios en primera persona que hacen encajar las piezas de un puzle que a día de hoy sigue siendo protagonista de notables debates.
Una historia de guerra que ve la luz unos años después de lo ocurrido, en la supuesta paz iraquí actual. Luis Miguel Francisco y Lorenzo Silva, autores de esta obra, logran destapar verdades que se han visto silenciadas y, otras, que nunca lograron hacerse eco en la sociedad.
Al igual que Delibes luchó por destapar la verdad a la sociedad española tras la Guerra Civil, es ahora en prosa, unos años más tarde y con otra visión, donde tanto Miguel Francisco como Lorenzo Silva, consiguen con un estilo trepidante capaz de engatusar a cualquiera dar a conocer la verdad de Irak; una verdad afectada por convulsiones políticas y desacuerdos estatales que ennegrecieron la realidad vivida a 5.600 kilómetros de la Península. Y al final, la guerra supone toda una innovación en su género. Destinada al éxito dentro de los clásicos sobre investigaciones militares y periodismo de guerra, desvela informaciones inéditas de aquel momento y posteriores. Sin embargo, el resultado es un libro informativo sin ánimo de polémica. Además, el libro relata una sucesión de combates, atentados, intervenciones, asaltos fallidos a las bases españolas y diversas operaciones de rescate. Diferentes historias se unen para dar lugar a un “cóctel” de historias emotivas y vivas.
Al contrario de lo que la sociedad puede imaginar, los protagonistas que aparecen a lo largo de todo el libro no se sienten avergonzados, sino que el sentimiento de orgullo es generalizado. Sin embargo, esta visión es solo la de los protagonistas, los lectores tienen la potestad de sacar sus propias conclusiones una vez leída la obra, pues son testimoniales objetivos que no buscan influir en la mente, sino narrar la realidad que nunca logró ser escuchada como los mismos desearon.
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