¿Quién dice que la edad importa para ser joven? Allan Karlsson es una prueba convincente de que los años no determinan. En su cumpleaños, este anciano protagonista decide huir en su residencia para vivir una nueva aventura en su larga y agitada vida
Jonas Jonasson escribe esta novela, que parece un buen libro de humor, pero es mucho más que eso, es un profundo drama que late en todo ser humano: el miedo a envejecer.
Parece mentira que en muchas ocasiones uno no se dé cuenta del valor que tiene la juventud, no todos los jóvenes son unos descerebrados que se emborrachan cada fin de semana. De hecho, la juventud, pese a quien le pese es la que renueva la sociedad, pero no solo la de ahora, también nuestros padres aportaron su granito de arena en su momento para cambiar la sociedad de aquel entonces.
Jonas Jonasson pone esto en la mente de todos sus lectores mediante la irónica visión de su protagonista anciano que ha vivido momentos importantes en la historia como puede ser la Segunda Guerra Mundial, pero también el autor nos enseña algo muy valioso, la juventud cambia la sociedad porque tiene ganas, cualquier persona a cualquier edad puede cambiar las cosas, solo hace falta iniciativa y ganas porque la juventud no la deciden tus años sino tu mente.
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