King James destroza la historia. Parecía imposible que Cleveland ganasen el anillo, pero nada lo es con LeBron, uno de los jugadores más completos de todos los tiempos. Frente a los Cavs, unos nerviosos Warriors, que han dejado escapar su segundo trofeo al caer en casa por 89-93 en la temporada de los récords. El 73-9 se queda en nada por la gran actuación de Irving y ‘El Elegido’, campeones de la temporada 2015-2016 tras remontar por primera vez en una final un 3-1 en contra.
La historia y LeBron le debían una a Cleveland, y se la han pagado con creces. El posiblemente mejor jugador de la década ha conseguido remontar una serie que se le había puesto muy difícil y con su triple-doble en el séptimo partido ha acabado con unos Warriors a los que le han podido faltar las fuerzas tras su excelente temporada regular y su difícil camino hasta la Final. El esfuerzo para derrotar a los Blazers y remontar frente a los Thunders pudo pasar factura a Curry, Klay Thompson y compañía frente a unos más frescos Cavaliers.
El encuentro comenzó con muchos nervios por parte de ambos contendientes. La primera mitad contó con 13 cambios de liderato en el marcador, muestra de la tensión reinante. Los Warriors decidieron centrar su juego en el tiro exterior, ante la ausencia de Bogut, y con un 10 de 21 en triples parecían haber dado en el blanco, con un Draymond Green desatado que se iba a los 22 puntos (de los 32 que logró al final) en la primera mitad. El ala-pívot de los de La Bahía seleccionaba muy bien sus lanzamientos y acabó con un 100% de acierto en sus cinco triples intentados en el primer periodo.
Frente a la descomunal actuación de Green se encontraba un motivado James. El atlético jugador de Akron suplía el desacierto desde el triple de los Cavs (1 de 10 en los dos primeros cuartos) con su total dominio en la pintura. Su capacidad anotadora se complementaba con una portentosa defensa, incluido un espectacular tapón a Curry cuando los Warriors amenazaban con distanciarse. El dominio del rebote de Cavaliers, con Love, Thompson y James que cerraban las segundas oportunidades permitían que Golden State no se fuese de más de siete puntos.
Tyronn Lue sacó la pizarra en la reanudación y con un J.R. Smith muy acertado -8 puntos seguidos –los Cavaliers se adelantaban a unos descolocados Warriors. Green parecía haber perdido parte del empuje del primer tiempo, Klay Thompson estuvo ausente todo el encuentro, y la defensa de Cleveland minimizaba el 'efecto Curry'.
La alternancia y las dudas volvían al partido cuando despertó un Kyrie Irving providencial. Sus 26 puntos ayudaban a un LeBron que sacaba dos jugadas de tres puntos para adelantar a los suyos en un último cuarto plagado de nervios, donde en los cinco minutos finales solo se anotaron nueve puntos. James llegaba al triple-doble (27 tantos, 11 rebotes, 11 asistencias, 3 tapones y 2 robos) y Green se quedaba a una asistencia de conseguirlo. Con todo por decidir se llegaba al último minuto empatados a 89, y todas las cámaras enfocaban el duelo de MVPs entre LeBron James y Stephen Curry.
Y el enfrentamiento se decantó del lado de James, pero gracias a un invitado de lujo, Kyrie Irving. El gran base de los Cavaliers se la jugó frente a Curry y anotó un gran triple que adelantaba a los suyos. Con la ventaja de tres puntos, Irving sirvió a LeBron un balón donde el de Akron se jugó el tipo y sacó una falta personal que decidía el encuentro. A pesar de fallar el primer tiro libre, anotaba el segundo para dejar el definitivo 89-93 en el marcador, insalvable para los Warriors.
Cleveland desafía a la estadística, la historia y a 50 años de fracasos
El anillo se iba para Cleveland por primera vez en la historia y LeBron se hacía con un justo Trofeo Bill Russell al MVP de las Finales, y le permitía cerrar un ciclo que empezó con su elección como número uno del Draft y que pasó por su etapa en Miami (programa de televisión y carta de maldición del propietario de los Cavaliers incluida) y que acabó con el posterior regreso a Ohio para dar el primer trofeo en 50 años en cualquier deporte a una de las ciudades menos afortunadas en el plano deportivo y más golpeada por la crisis económica.
Los Cavaliers además desafiaban a la historia al remontar por quinta vez en unos Playoffs y primera vez en una Final de la National Basketball Association un 3-1 en contra, en una de las series más igualadas de todos los tiempos, donde se llegó al séptimo partido empatados a victorias y puntos, e infringía por primera vez desde que se sentó en el banquillo de Warriors a Steve Kerr tres derrotas consecutivas. Los ‘Caballeros’ de Cleveland derrotan al mejor equipo de la historia en temporada regular y King James vuelve a reinar en la temporada de los récords de la NBA.
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