Un agotado LeBron James no pudo emular su gesta de los anteriores tres encuentros y bajó su productividad a 20 puntos, gracias a la defensa de Iguodala, el mejor de los Warriors. Steve Kerr acertó en el cambio de quinteto, y Curry condujo a los Warriors al triunfo en el cuarto encuentro de la Final. La serie queda empatada a dos victorias, y Cavaliers vuelven a perder el factor campo.
Ni Curry ni Klay Thompson, Andre Iguodala frenó a LeBron James. Steve Kerr dio con la tecla adecuada al incluir en el quinteto inicial al agresivo alero y con defensas dobles sobre King James, que fueron fundamentales en la victoria de los Warriors en Cleveland por 82-103. La defensa sobre James y el acierto desde el triple neutralizaron la ventaja que los Cavs habían adquirido en la serie, dejándola en un empate a dos, con el factor cancha nuevamente en mano de Golden State.
Los de la Bahía de San Francisco supieron sobreponerse a la derrota del tercer partido y al efecto Dellavedova, y desplegaron su mejor juego desde el principio. El cambio en el quinteto titular, en el que entró Iguodala por un Bogut, quien se ha mostrado muy desacertado en todas las Finales, descolocó a los de Blatt, a pesar de comenzar con un parcial de 7-0. Pero los Warriors estaban de vuelta, y no se amilanaron. Poco a poco, fueron remontando la desventaja, mientras que Barnes e Iggy disminuían la anotación de James.
Al final de los primeros doce minutos, los Warriors conseguían un parcial de 24-31, y acababan por primera vez un cuarto con ventaja sobre los Cavs en todas las Finales. Los 9 puntos en el cuarto de Iguodala pesaban en los locales, y solo Mozgov aportaba para Cleveland. El pívot ruso acabó con 28 tantos y 10 capturas, siendo el mejor de Cavaliers. LeBron James continuaba desaparecido, con 10 puntos anotados, 5 por cuarto, y centrado más en distribuir el juego. El acierto de Klay Thompson y Draymond Green dejaron a Golden State por delante 42-54 al final del primer tiempo.
Los Warriors salieron a por todas tras la reanudación. Con Klay Thompson desaparecido (solo anotaría dos puntos más, para un total de nueve) y Bogut sumando tres faltas en dos minutos de juego, apareció Stephen Curry. El base comenzó un duelo anotador en el cuarto con Dellavedova, al que se unió Iguodala, el mejor de los suyos en lo que va de Final. David Lee, con la confianza de Steve Kerr desde el tercer encuentro, presionaba en la pintura, pero James decidió compartir el protagonismo con Mozgov, y entre ambos acercaron a tres puntos a los Cavs. Solo un triple postrero de Curry dejó el marcador en 70-76 al final del tercer cuarto.
Con doce minutos por jugar, a los Cavaliers se les acabó el físico. El banquillo local tuvo una actuación desastrosa, con solo siete puntos anotados y J.R. Smith en 0 de 8 en triples. LeBron se había hecho una brecha en la cabeza contra una cámara, y quizás por esto o por el esfuerzo de los anteriores encuentros, cedió ante la defensa Warriors y redujo su número de lanzamientos a casi la mitad, quedándose en 20 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias. Curry e Iguodala sacaron ventaja de la falta de anotación de James, y con 22 tantos cada uno al final del encuentro, dinamitaron el partido.
J.R. Smith lanzaba hasta las zapatillas (hasta tres triples seguidos fallados), y LeBron se quedaba a una falta de la expulsión, con más de tres minutos por jugar. La defensa de Warriors hizo el resto. Con cuatro minutos sin anotar, los Cavaliers bajaron los brazos y dejaron el triunfo en las manos de los de San Francisco, que igualaban la serie a dos y serán locales en el quinto encuentro. Las lesiones y el cansancio empiezan a pasar factura a Cleveland, que se encomendará una vez más a su ídolo LeBron James para conseguir el ansiado primer anillo de campeón.
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