Solo un día después de que prácticamente se diera a Federer por muerto, la noticia es que el dobles le ha hecho renacer. La pareja formada por el número uno suizo y por Wawrinka acabó con Gasquet y Benneteau por 6-3, 7-5, 6-4. De esta forma los helvéticos se quedan a a un solo punto de conquistar la ensaladera. Aunque solo unas semanas antes parecía que se había incendiado la relación entre los dos mejores tenistas suizos, la paz firmada en el dobles pone todo de cara para su selección.
No hacía mucho tiempo que Wawrinka y Federer se enzarzaban en una disputa en el Torneo de Maestros; como menos tiempo hacía de que el número uno suizo no podía disputar la final de dicho torneo. Eso sin mencionar que Federer había sido arrasado hace solo dos días en el segundo partido de la Copa Davis. Pues el discurso tiene que cambiar. Tocaba el segundo día de la final y tocaba el partido de dobles. Federer se decidía y acompañaba a Wawrinka en el tercer partido. No hace falta entrar en si son amigos o enemigos, solo hace falta ver como barrieron a sus dos oponentes. Gasquet y Benneteau, por parte de Francia, acudían al partido espoleados por su público y por la posible remontada que había encabezado Monfils. Pero no había mejor escenario que Lille, en pleno terreno hostil para que los suizos dieran un golpe sobre la mesa. Y es que la ATP es la que manda y si los suizos son número 2 y número 4 del mundo respectivamente, los números 25 y 26 les quedan bastante lejos. Y eso es lo que se vio sobre la pista. Los 108 puntos ganados de los visitantes superaron los 81 de los locales y el renacer de Federer, totalmente recuperado en apariencia de su contractura lumbar, fueron una losa que cayó sobre todo el país galo. Benneteau se mostró irregular y casi todo el peso recaía en un Gasquet al que se le hizo muy grande la situación. Los aficionados entonaban el "alez les bleus" pero los bleus no consiguieron ver la luz en su juego. Enfrente tenían a dos jugadores que llevaban 4 derrotas seguidas en la Davis jugando juntos en dobles, o lo que es lo mismo, no ganaban desde 2011. Pero ni con esas pudieron, los suizos aprovecharon sus ocasiones y de 11 puntos de break posibles consiguieron alzar 3 decisivos para llevarse el primer y último set. Por su parte los franceses no supieron aprovechar ninguno de los que dispusieron y el set que se llevaron lo hicieron gracias al "tie break". Era en el tercer set donde se decidiría todo y perder suponía quedarse muy lejos del trofeo y ganar muy cerca. Los helvéticos no dudaron y fueron conscientes de que sin perder su saque el partido estaba ganado. Y así fue, los dos "top 5" se concentraron en conservar su saque y aprovecharon el punto de break que tuvieron para cerrar el partido con una victoria. De esta forma Suiza se queda a un solo punto de la preciada ensaladera mientras que Francia se aferra a Tsonga y Monfils de nuevo para remontar lo que parece muy complicado. El partido decisivo recae en Tsonga y Federer y sino Wawrinka y Monfils tendrán que decantar la final para un lado u otro.
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