Un mal día y un mal partido. Especialmente por parte de España. Aunque los franceses también jugaron un encuentro lento y farragoso, lograron pasar por encima de la ÑBA en todos los aspectos del juego. España se marcha de su mundial con un paupérrimo 65-52.
Francia comenzó con autoridad. Parcial de 8-0 nada más empezar. La ofensiva de los galos golpeaba fuerte. Quedaba claro que habían hecho los deberes y aprendido de la derrota que sufrieron contra los españoles en la fase de grupos.
Un gran viaje al aro por parte de Rudy despertó a los suyos. Poco a poco la ÑBA fue enderezando el partido hasta empatarlo a 15. Sin embargo la situación duró poco. Los galos a punto estuvieron de conseguir una renta de 10 puntos a mediados del segundo cuarto. Los de los Campos Elíseos explotaron el pésimo acierto de tres por parte de los españoles y su pésima defensa. Por no mencionar el apartado de los rebotes, en los que España estuvo desaparecida. Practicamente perdió todas las peleas por los balones sueltos tanto en ataque como en defensa. Y esta situación se vivió a lo largo de todo el encuentro. A la vuelta del descanso, algo de los que les dijese Orenga a los de la ÑBA en los vestuarios tuvo efecto. España salió rugiendo al parqué.
Igualaron el marcador a 34-35 y pudieron contener los ataques franceses. Navarro salió a hacer de las suyas desde la línea de tres, y Llull hizo lo propio. No obstante, en el tercer cuarto, el menorquín se convirtió en protagonista por un encontronazo con Pietrus.
Tras un encontronazo entre Pau y Pietrus, Llull salió en defensa de su compañero y el galo se lo quitó de en medio con un fuerte golpe en la cabeza. La acción se saldó con técnicas para ambos jugadores y una antideportiva para Mickeal.
Lejos de parecer que Francia pudiese estar perdiendo los nervios, demostraron que todo lo contrario, comenzaron a arrollar a los españoles.
Los nervios se palpaban en la pista de juego, el perdedor se iba a casa, pero parecía que esta situación no afectaba a los galos. Llegaba el último cuarto y Francia no fallaba sus tiros. Pau salió del banquillo y se cargó el equipo a los hombros. El jugador de los Bulls intentó sacar a flote un barco que hacía aguas, pero el buque tenía demasiadas brechas.
A un minuto del final del partido, ya era claro quién sería el ganador del choque. España fue derrotada en todos los aspectos del juego. En las estadísticas sobre el parqué, en el banquillo, en el apartado técnico… En absolutamente todos, y de esa manera, se marcha por la puerta de atrás del que estaba llamado a ser su Mundial.
Pésima noche para la ÑBA, la más negra de su historia dadas las circunstancias. Y en estos momentos en los que se busca una cabeza de turco para que cargue con las culpas, la hinchada no debe olvidarse de los momentos que ha regalado esta selección, la mejor de la historia del baloncesto español.
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