Espectacular partido para comenzar el fin de semana de las estrellas. 142-136 fue el resultado final de un encuentro que no se decidió hasta los minutos finales. Andre Drummond, nombrado MVP del partido, protagonizó una de las mejores actuaciones en la historia de la inauguración del All Star. El ala pivot de los Pistons encestó 30 puntos y atrapó la friolera de 25 rebotes.
Pero el de Detroit no fue el único que decidió darse un atracón de canastas. De los 18 jugadores que tocaron el parqué, 12 se fueron hasta los dobles dígitos en anotación. El partido empezó fuerte. Tras los primeros 20 minutos, el marcador era de 67-66, con los de Hill por delante. Y aunque en la mayor parte del segundo tiempo todavía no se veía con claridad quien podía ganar, si se hizo patente que el combo de Beal, Waiters y Drummond era letal. Entre los tres jugadores encestaron 82 puntos. Todo el esfuerzo que no se puso en defensa, se puso en ataque en pos del espectáculo.
A mediados del último periodo, se empezaba a ver que la apuesta de Webber por su plantilla de hombres altos no era la más adecuada. El cansancio no solo se hacía presente en su ejército de pivots y ala-pivots. Lo más importante es que los de Hill eran bastante más rápidos que sus contrarios. Lo cual fue fatídico en el contrataque. En algunas jugadas, parecía que Drummond era el quarterback de un equipo de futbol americano. Cuando atrapaba uno de sus numerosos rebotes, Beal o Waiters salían a la carrera y se posicionaban bajo el aro rival. Tan solo hacía falta el pase por toda la cancha del ala-pivot de Detroit.
Quien se puso las botas en el equipo rival fue Tim Hardaway Jr. El escolta fue el máximo anotador del partido con 36 puntos. Sin embargo, su equipo no estuvo a su altura y eso se dejó ver en los últimos minutos del partido.
Los hombres altos de Webber desfallecían cuando los minutos languidecían en el reloj. Y se notó en su ataque. A excepción de las canastas de Hardaway, el marcador no crecía para su equipo. Nada que ver con el equipo contrario. Sobre todo cuando Giannis Antetokoumpo estaba decidido a terminar el partido haciendo un mate. Y hasta que lo logró, encestó las últimas tres canastas que decantaron finalmente el partido para los de Grant Hill. Con un marcador de 142-136 se pasó a la ceremonia de la entrega del MVP del partido. Tras su actuación, era indudable que Drummond se llevaría el galardón.
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