El Depor no aprende

Por Luis Prieto2 min

El Deportivo se dejó tres importantes puntos en un partido que perdió el solo. Desde el inicio los gallegos fueron claros dominadores de un partido que el Alavés acabó llevándose por un polémico penalti. Si perdonas lo pagas, y de esto el Depor es experto. El Alavés saca una importante victoria (la quinta a domicilio) que le permite seguir respirando con tranquilidad.

Desde el pitido inicial el Deportivo fue dueño del partido. En el minuto 7 Kakuta tuvo la primera, y desde ese momento fue un carrusel de ocasiones. El delantero envió en otra ocasión el balón al palo y su equipo gozó de ocasiones para irse con más de un gol al descanso, pero perdonó. El único acercamiento que tuvo el Alavés parecía gol cantado, pero Deyverson todavía se está preguntando como falló un tiro estando solo frente a Lux. Hasta el descanso el partido fue entretenido y el campo parecía estar cuesta abajo para los gallegos, que encontraban la portería rival con tremenda facilidad.

La segunda parte fue una réplica de la primera. El Depor atacaba y Pacheco tenía que emplearse a fondo para dejar la portería a cero, algo que logró hasta el minuto 68. Albentosa agarró a Manu García dentro del área y el centrocampista, el más pícaro de la clase, se fue al suelo. Pena máxima y gol del que lo había provocado, Manu. Demasiado castigo para un Deportivo que las tuvo claras y veía como en una jugada tonta se le escapaba el partido. En ese momento Riazor se vino abajo y con ello los jugadores. El Alavés tuvo dos claras para aumentar la ventaja en el marcador y en la jugada más clara del partido para el Depor, a dos minutos del final, Feddal salvó bajo palos un tiro de Fayçal que ya se daba por gol. Cuando no hay puntería y te abandona la suerte poco se puede hacer. El Deportivo sigue coqueteando en la parte baja de la tabla y necesita un cambio de acierto rápido si no quiere que el susto vaya a mayores. El Alavés sigue demostrando por qué es el equipo revelación, un conjunto serio en el que todos luchan por todos, y así es muy difícil ser derrotados.