El Madrid no quiere retrasar la celebración

Por Nacho Martínez2 min

Por muy lejos que el Madrid estuviera de su casa y de su clásico lugar de celebración, era muy tentador saborear el título de liga en un campo como San Mamés y por ello todos los jugadores blancos salieron a comerse a los mismísimos leones. Higuaín, Özil y Cristiano metieron tres goles que valen para conseguir un trofeo más para las vitrinas del Santiago Bernabéu. El Madrid salió arrollador, no le importó que el Barça hubiera ganado de forma apabullante su partido, se notó que los jugadores blancos salieron sabedores de que tenían la oportunidad de ganar una sufrida Liga pero a la vez jugaron sin presión y con confianza. Cristiano pudo haber adelantado a su equipo si no hubiera desperdiciado un penalti tirándolo blandito al centro. Es el segundo penalti consecutivo que falla el portugués. A pesar de ello el Madrid no dejó de tener ocasiones y pronto llegó el primer gol. Fue obra de Gonzalo Higuaín, el delantero aprovechó su titularidad para reclamar más minutos. El argentino recibió un pase en la frontal del área se revolvió y lanzó un misil a la portería de Gorka Iraizoz. Minutos después Mesut Özil amplió la distancia marcando el segundo gol tras un pase perfecto de Cristiano. La superioridad del Madrid en el marcador no achantó al Athletic que tuvo una doble ocasión para recortar distancias, dos cañonazos fueron repelidos por Casillas y por el larguero. En la segunda mitad el Madrid salió con la misma motivación que en el primer tiempo y aunque lo reflejaron en el resultado el Athletic no se vino abajo. Tiene mucho más mérito ganar la Liga en un campo como la Catedral y ante un rival tan noble y luchador. Cristiano no se podía ir sin un gol y sin recortar a Messi en la lucha por el pichichi, su gol llegó de cabeza en un saque de esquina, el remate cruzado entró ajustado al palo donde el portero no pudo llegar. El Athletic por más que lo intentó no encontró el gol, se estrelló varias veces con el palo que sigue protegiendo a Casillas como hace años en el día de su debut. Al final victoria para un Madrid que no quiso esperar a estar en Madrid para celebrarlo, San Mamés se les antojó el estadio perfecto para conseguir su trigésimo segundo título de Liga. El Athletic por su parte se olvida totalmente de la competición doméstica porque tiene por delante dos campeonatos por los que luchar y un final de temporada para hacer historia.