A un paso del sueño

Por Álvaro Heralta2 min

Diez años sin poder saborear fútbol de Primera División es demasiado tiempo como para abandonar la categoría reina a las primeras de cambio. Por ello, el Sporting sabía que todo lo que no fuera ganar en el José Zorrilla significaba que el infierno de volver a la Segunda de la que tanto les costó salir estaba más cerca. Sin embargo, los asturianos obtuvieron la victoria y se encuentran a un paso de certificar su permanencia entre los grandes un año más. Todo ello a costa de un Valladolid que, con la derrota, se mete en muchos apuros. El partido comenzó con un ritmo frenético, pues los locales, nada iniciarse éste, dispusieron de hasta de dos claras ocasiones para inaugurar el marcador. En la primera, Pedro León se aprovechó de un mal rechace de Iván Hernández para plantarse sólo ante un Iván Cuéllar que respondió magistralmente al tiro del murciano. En la segunda, fue el larguero el que evitó que el gol de Henok Goitom. Los gijoneses no se amilanaron y, poco después, avisaron a su rival con un testarazo de David Barral ante el que Sergio Asenjo se tuvo que esforzar para que éste no perforara su portería. Aún así continuaron siendo los pucelanos los que continuaron llevando el peso del partido. De hecho, a la media hora de partido Cuéllar se volvió a erigir en el gran salvador de los rojiblancos al sacar una buena mano ante un trallazo de Haris Medunjanin. Sin embargo, el que perdona lo paga y fueron los hombres de Manolo Preciado los que lograron abrir el luminoso minutos antes de llegar al descanso. Diego Camacho se sacó un latigazo desde lejísimos ante el que nada pudo hacer Asenjo. En la segunda mitad el ritmo del partido continuó siendo el mismo, con el Valladolid asediando la portería rival y el Sporting esperando agazapado a sentenciar a su adversario. Así Cuéllar volvió a los asturianos nada más comenzar éste al realizar una palomita ante un remate a bocajarro de José Antonio García Calvo. El meta no pudo hacer nada pasado el ecuador de este periodo, cuando Jonathan Sesma logró la igualada con un disparo raso. Sin embargo, su rival está encorajinado en permanecer en Primera y, poco después, Mate Bilic llevó el delirio a la mareona que acompañó a los gijoneses en el José Zorrilla cuando batió con remate de cabeza en el segundo palo la portería vallisoletana. El tanto dio aire al Sporting y metió en muchos apuros a un Valladolid que hace unas jornadas ya se veía salvado. Por ello, los jugadores de José Luis Mendilíbar se volcaron al ataque. Pero no fue su noche, ya que Cuéllar continuó agigantando su leyenda y evitó que los locales sumaran un punto y, de esta manera, posibilitó, que los rojiblancos dependan de sí mismos para permanecer entre los grandes. Un triunfo en El Molinón les separa de ello. El Valladolid, por su parte, se jugará la vida en la última jornada ante un rival directo, el Betis, y encima en Sevilla.