El Bernabéu despide la

Por Luis Giménez2 min

El Real Madrid tenía la oportunidad de devolver a su público el espíritu y la ilusión por el fútbol. Pero, como en los momentos importantes de la temporada, les ha vuelto a fallar. Desde que perdieran la Liga contra el Barça, los blancos no han levantado cabeza, encajando tres derrotas consecutivas. El Mallorca es su último verdugo, al vencer por 1-3 en el Santiago Bernabéu. Un partido que a priori no tenía mucha dificultad para los locales, que empezaron por delante, se fue complicando con el paso de los minutos. Los de Juande Ramos arrancaron con las ideas muy claras, mostrando un altísimo nivel de juego. Con Gonzalo Higuaín como líder, las ocasiones se sucedían una tras otra sobre la meta de Miguel Ángel Moyá. Hasta que por fin recogieron sus frutos: una falta sacada por Rafael van der Vart la cabeceó con fortuna el Pipita para enviar el balón al fondo de las mallas. Con este tanto los madridistas empezaron a confiarse y a ceder cada vez más metros a los rivales. En un rápido contragolpe, protagonizado por Aritz Aduriz y que finalizó Juan Arango, los baleares pusieron las tablas en el marcador poco antes de la primera media hora de juego. Ambas escuadras parecían conformes con el resultado, pues sólo intentaban cambiarlo con tímidas y aisladas jugadas, que de nada sirvieron, más que para entretener a la afición hasta el descanso. Tras el paso por los vestuarios, los equipos salieron con los papeles cambiados respecto al inicio de la primera mitad. Mientras que los merengues eran once jugadores que se arrastraban con el campo detrás del balón (y cuando lo tenían no sabían qué hacer con él), el Mallorca, de la mano de un enorme Cleber Santana, dominaba el encuentro. El propio jugador brasileño se encargaría de romper las tablas en el luminoso. Una espectacular jugada individual desde el centro del campo la culminó, tras driblar a cuantos le saliesen al paso, con un disparo cruzado directo a la escuadra. Una jugada muy similar iba a sentenciar el encuentro pocos minutos después. Alhassane Keita batía nuevamente a Íker Casillas con un impresionante trallazo desde el pico del área. Una bomba que acabó de hundir el barco blanco, sembrando la impotencia entre sus tripulantes. El conjunto bermellón hizo méritos para subir algún tanto más al marcador, pero se apiadaron del segundo clasificado de la Liga. El Mallorca se quita la espinita de cuando el Madrid les venciera dos años atrás para hacerse con el titulo, dejándoles sin Copa de la UEFA. En cambio, el Madrid volvió a defraudar a sus aficionados, que les despidieron del terreno de juego con silbidos y abucheos.