Agonía y sudores hasta el final

Por Javier Tintó1 min

El Mallorca consiguió la permanencia en la máxima categoría tras conseguir doblegar al Valladolid en su feudo en el último partido de Liga. El partido fue un reflejo de lo que ha sido el Mallorca durante toda la temporada: mucha voluntad pero mucha mala suerte, un conjunto que hace un juego vistoso pero que no lo culmina, y además tiene fallos en defensa que les han hecho llegar a la última jornada con el agua al cuello. El conjunto balear salió al estadio de Son Moix totalmente volcado, con ganas de solucionar el partido cuanto antes y no alargar más el sufrimiento mantenido durante toda la temporada. Así, en sólo diez minutos ya habían tenido cuatro ocasiones claras en las botas de Ibagaza, Luque y EtoŽo, los tres jugadores más incisivos del equipo mallorquín, pero no se transformaban en tantos, con lo que la impaciencia se instalaba tanto a los jugadores como a los aficionados que llenaban Son Moix. Del Valladolid casi nada hubo que mencionar porque practicamente no existió, tan solo apareció un destello de Fernando para marcar un golazo de volea y hacerse morder las uñas a media Mallorca, que se veía en Segunda División. Si en la primera mitad el Mallorca salió a por todas, en la segunda, con el marcador en contra, salió a comerse al Valladolid, a morir en el campo, y así lo hizo. Aunque arrolló a su rival, Ricardo se empeñó en parar todo lo que le llegaba para ir a Corea y Japón, pero terminó por ceder a los goles del Caño Ibagaza y Albert Luque, que terminaron de un plumazo con la tortura de toda una temporada luchando por salir del pozo. Especialmente emotivo fue el segundo tanto, ya que Luque después de haber fallado goles cantados, lo celebró con unas lágrimas que expresaban el calvario vivido por los baleares, que empezaron la campaña en la Liga de Campeones...