Actores: Gary Oldman, Ben Mendelsohn, Kristin Scott Thomas, Lily James, Stephen Dillan
Género: Drama
Duración: 125 minutos
País: Reino Unido
Año: XXII
Winston Churchill no llegó a ser Primer Ministro por unanimidad. Nunca fue la primera opción, tampoco la última, pero si la única que la oposición aceptó. Y aunque hoy su nombre resulte casi una palabra talismán, de esas en torno a las que se ha creado una connotación positiva difícil de ir a la contra, el hecho es que, a comienzos de la Segunda Guerra Mundial, no era así.
Conocido por su fama, vanidad, ego e único interés personal Churchill ha pasado a la historia por características muy diferentes. Como su voluntad de acero y decisiones inquebrantables que mantuvieron unida a Europa en uno de sus momentos más sombríos. Concretamente las decisiones que tomó mientras la sombra del nacismo imparable sobre, prácticamente, la totalidad del continente europeo, amenazaba con la invasión de su querida Inglaterra en 1940.
A Churchill le eran indiferente las críticas y riesgos, tanto profesionales como personales. Por eso entre su vocabulario no entraba la palabra sumisión, en cualquiera de sus acepciones. Tenía una visión muy clara. No se puede razonar con un tigre cuando tienes la cabeza en su boca. Así, siguiendo esta postura, llevó a la guerra a Inglaterra contra la Alemania nazi. Una única e importante decisión de resistencia heroica que Gary Oldman, el actor que interpreta al mítico gobernante en el nuevo largometraje del director Joe Wright, expresa al grito de ‘sin victoria no hay supervivencia’.
Interpretar a grandes referentes históricos nunca ha sido fácil. El simple atisbo de parecido del personaje con anteriores interpretaciones del mismo papel en otras películas que también lo hayan versionado o la completa inadvertencia de los verdaderos rasgos de la persona a la que se representa, son algunos de los riesgos a los que se enfrentan los actores que asumen este difícil reto. Pero no parece ser el caso de nuestro protagonista, ya que Oldman resulta sobresaliente en su interpretación y profundidad del personaje sobre el que, literalmente, recae el peso del mundo.
De hecho, Oldman fue galardonado en 2017 con el Globo de Oro al Mejor Actor de Drama y nominado junto al título de Mejor Película y Dirección en los Crictics Choice Wards y Satellite Awards.
Del mismo modo, la crítica también alaba el trabajo de su director Joe Wright. Sobre todo, por la puesta en escena y fotografía que ofrece en la película. Auténticos cuadros de exposición que se suceden en cada escena. Hecho común en todas las direcciones llevadas a cabo por el director y que demostró con películas como Orgullo y prejuicio de 2005, Anna Karenina de 2012 o el capítulo Caída en picado de la tercera temporada de la serie de ciencia ficción y drama Black Mirror. Esta espléndida nueva entrega del director estará en cines a partir del día 12 de enero en España.
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