Actores: Sofía Gala, Dante Della Paolera, Santiago Pedrero, Dana Basso y Silvina Sabater.
Género: Drama
Duración: 82 minutos
País: Argentina
Año: XXII
Camas prestadas, trabajos precarios, conflictos con las autoridades, colegas violentas y amigas que no lo son tanto. Así es el día a día de Alanis, protagonizada por la actriz Sofía Lara, una prostituta cuya vida se complica aún más, cuando, pasados cinco minutos del inicio del filme, la policía irrumpe en el prostíbulo donde trabaja y vive, y acaba en la calle sin nada más que su bebé de año y medio en brazos, protagonizado por el hijo real de la actriz.
La película se centra en esos primeros días en los que la joven y su hijo viven desalojados, primero en la calle y después en un pequeño local de ropa donde, también, vive y trabaja su tía con su pareja. Sin embargo, no es este el drama esperado de la película.
Por primera vez en el cine de Berneri el enfoque está puesto en la precarización laboral marcada por el oficio elegido, es decir, en una cuestión de clases en función de la decisión profesional que se tome. De esta manera, Berneri esquiva el típico tema de la trata de mujeres y va más allá del conflicto cliché ligado a los problemas legales con los que se encuentra la joven, el desalojo o el encarcelamiento de su veterana colega.
El tema central de la película será, por tanto, el debate interno en el que la protagonista tendrá que decidir entre conseguir otro trabajo o continuar con su actual ‘profesión’; la cual no se desprecia en ningún momento.
Esta capacidad de encontrar novedad a un tema más que conocido por el cine, ha sido muy bien valorado por la crítica. Sobre todo, la capacidad de poner el interés en el cuerpo de Alanis sin que se circunscriba a lo sexual por su profesión. Es decir, conseguir que, aun cuando ocurren escenas de sexo con un cliente, estas se vieran mecanización y con desinterés por parte de la protagonista que se convierte en el foco de atención, y no sus actos.
Asimismo, uno de sus puntos fuertes más valorados ha sido dualidad interpretativa de la protagonista. Por un lado, una mujer sin miedo, provocadora, irónica y violenta, y, por el otro, una madre fraternal y tierna con su hijo. Sara Gala se convierte así durante todo el filme en una heroína fragmentada con un inmenso talento para la interpretación de roles, difícil de olvidar. De hecho, esta capacidad le fue premiada como Mejor Actriz en los premios del Festival de San Sebastián de este año, así como la dirección de Berneri, también nominada en los Premios Sur.
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