En esta esta obra cinematográfica del director, actor y político estadounidense Sean Penn se presenta la historia de Wren y Miguel, una directora de una organización de ayudas humanitarias y un médico apasionado por su trabajo.
Ambos se conocen en una misión de rescate en África y a pesar de tener diferentes puntos de vista a la hora de enfrentar la vida acaban iniciando una relación en medio de la violencia e incertidumbre del conflicto de Liberia.
Esta película está rodeada de elementos de barbarie que conmueven y marcan en los espectadores. Se muestran situaciones que a día de hoy se viven en el mundo como son los conflictos bélicos y esto permite mantener un contacto más directo con el público.
En dicha producción se pueden ver lágrimas, gritos y discusiones sobre la culpa de Occidente. De hecho hay que destacar que en una de las escenas finales es un discurso en el que la protagonista se dirige a los asistentes de una gala benéfica y a los espectadores mostrando su frustración por la mala situación en la que se encuentra el mundo.
A pesar de ser una película adornada por una historia de amor, el director quería recalcar los daños bélicos y que nos sirviese así para tomar conciencia de la situación en la que se encuentra el mundo, de las desigualdades que existen y de los sufrimientos que viven muchas personas de estos países en crisis social y económica.