La última dictadura de Uruguay (1973-1985) es el telón de fondo de Migas de pan, la última película de la directora Manane Rodríguez. Es el relato de Liliana Pereira, una expresa política que fue encarcelada en 1975 por sus ideas, torturada y le quitaron la custodia política.
Su situación ha hizo escapar a Galicia, pero en 1982, al enterarse de que va a ser abuela, la protagonista decide volver a su país y enfrentarse al pasado, pero tendrá que elegir entre lo que pide su corazón y lo que le dicta su conciencia, es decir, entre la concordia con su hijo o la denuncia colectiva con antiguos presos.
El cine uruguayo ha elegido el largometraje como candidata a película de habla no inglesa en los Oscar, un reconocimiento con el que compitió con Las toninas van al este, de Verónica Perrota y Gonzalo Delgado; Clever de Guillermo Madeiro y Federico Borgia; y Los modernos, de Mauro Sarser y Marcela Matta. Ahora deberá competir con el resto de candidatas entre las que se encuentra Julieta de Pedro Almodóvar.
España participa en Migas de pan a través de la productora gallega Xamalú Filmes y el guión de Xavier Bermúdez. Además se rodó durante el verano de 2015 en localizaciones de la provincia de A Coruña como Betanzos, Sada, Oleiros, Valdoviño, Cedeira y Cambre.
La película, que retrata la realidad de 28 expresas políticas que presentaron en 2011 una denuncia penal colectiva contra un grupo de agentes que participaron en torturas y violaciones, participó en el Festival Internacional de Cine de Gijón. Su directora, inició su carrera profesional en Madrid y fue en 1990 cuando dirige su primer largometraje: Juego de café, basado en un relato de Mario Benedetti.