MR. TURNER (Mike Leigh, XXII)

El trabajo duro tiene recompensa

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Mr. Turner

Director: Mike Leigh

Actores: Timothy Spall, Jamie Thomas King, Roger Asthon-Griffiths, Robert Portal

Género: Drama

Duración: 149 minutos

País: Reino Unido

Año: XXII

Quien debe interpretar a un jinete, debe saber montar a caballo y quien pretenda encarnar a un pintor, qué menos que saber coger correctamente un pincel, además de tener cierta habilidad a la hora de dibujar. Esto fue lo que pensó Mike Leight a la hora de crear correctamente el personaje de Turner. Él estaba seguro de que el actor idóneo para interpretar al pintor británico era Timothy Spall, ya que venía del seno de una familia obrera de Londres; el actor, más que ningún otro, podía comprender a la perfección los sentimientos que invadieron a Turner en sus últimos años. Pero, había un pequeño inconveniente para el director del largometraje. El actor que protagonizase la película tenía que saber pintar. La solución podía haber sido contratar a un doble, un pintor profesional, para rodar aquellas escenas en las que el personaje apareciese pintando. Sin embargo, el longevo director se negaba a tal opción, intentando que las tomas fuesen lo más realistas posibles. De esta manera, Spall tuvo que acudir dos años antes del comienzo del rodaje a clases de pintura, por exigencias del guión.

El esfuerzo de haber estado bastante tiempo aprendiendo ciertas técnicas pictóricas y labrando el personaje ha merecido la pena. Recientemente, el actor británico ha recibido por su interpretación en Mr. Turner el premio al mejor actor europeo de este año, concedido por la Academia Europea de Cine. Pero, no solo ha recibido este premio por su actuación, también fue galardonado en el festival de Cannes.

Una película que ya solo con la interpretación promete bastante. Pero no solo se encuentra como algo positivo del largometraje el trabajo de Spall. Para otros también ha sido un gran esfuerzo el crear esta película, que parece que está dando sus frutos. La idea surgió hace más de quince años. Desde aquel momento, Leight, una eminencia en el Reino Unido, comenzó a investigar sobre la alborotada vida de William Turner, pasó horas elaborando la personalidad de los personajes con sus compañeros y le costó bastante conseguir dinero suficiente para la película. Aunque el presupuesto no ha sido demasiado elevado y se han visto en la obligación de omitir las escenas que se hubiesen rodado en Venecia, ciudad muy relevante en los cuadros del pintor, el resultado final ha dado pie a un trabajo excelente y que algunos la han considerado la película del año.

La trama cuenta los 25 últimos años de vida de William Turner. En ella se pretenden mostrar los contrastes entre su vida laboral y personal. Obsesionado con su pintura, buscando constantemente la expresividad, su vida social no era de lo más satisfactoria. Conocido como un hombre irascible y algo excéntrico, se podría decir que su relación más amable era la que mantenía con su padre. Muy unidos ambos, y más tras la muerte de su madre en un psiquiátrico, que nunca le mostró ningún signo de afecto, el fallecimiento de su padre le conducirá a una época bastante dolorosa para él. Por otra parte, su comportamiento con las mujeres no era el del típico caballero inglés. Entre los encuentros con su ama de llaves, a la que trataba como un mero objeto, y sus visitas a la viuda Mrs. Booth, entre otras relaciones, para el pintor no existía el compromiso con una persona, solo con su trabajo.

A nivel artístico, los últimos años de vida de Turner pueden ser los más extraordinarios. Sus obras muestran la actitud de un hombre adelantado a su época, en cuya obra comienzan a dar indicios de lo que podría ser el impresionismo. Destacado paisajista, se le considera un gran artista a la hora de emplear la luz.

Como aspecto negativo se podría decir que es la duración y el ritmo de la cinta. Muchas escenas se podrían omitir y el desarrollo de algunos tramos de la película podrían ser más dinámicos.

No obstante, es una adaptación al cine de una biografía bastante lograda y realista. Y solo por la interpretación de Timothy Spall merece la pena ser vista.

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