Actores: Hugo Silva, Megan Montaner, Juan Codina, Enrique Arce, Elio González, Miriam Ben
Género: Drama
Duración: 84 minutos
País: España
Año: XXII
El director ibicenco David Marqués estrena su quinta película por lo grande después de conseguir un premio del Festival de Málaga y de haberla presentado en la inmensa sala de los cines Callao. Dioses y perros pertenece al género más dramático, es una película de ambientes y diálogos turbios, aunque no carentes de humor, de perdedores empeñados en salir del agujero.
El guión de Marqués y de Balmaseda pone el foco de atención en el personaje de Pasca, un sparring amargado que lleva sobre sus hombros el peso de la incapacidad de su hermano y los problemas de su amigo Fonsi, un exboxeador alcholizado. La aparición de una joven profesora llamada Adela aportará algo de luz y de alivio a las tensiones sufridas por el protagonista. Hugo Silva y Megan Montaner se suman a este proyecto que refleja una vez más la crudeza de la sociedad española en un tiempo de crisis y de desigualdades.
Alacrán enamorado de Santiago Zannou o Barrio de Fernando León de Aranoa son las dos grandes influencias del film, tanto estéticamente como argumentalmente. Vallecas es el centro neurálgico de esta tragedia urbana en la que también hay sitio para el amor y el compañerismo. Las interpretaciones de Silva y Elio González dan vida a unos personajes muy reales rodeados de tópicos pero no por ello menos emotivos. Megan Montaner, por otra parte, dota a Adela de una verborrea natural y enérgica que se contrapone al fatalismo reinante en Dioses y perros.
Marqués consigue a lo largo del metraje crear y desarrollar diversos conflictos internos que unen al elenco amargamente en una espiral de culpa y autodestrucción, pero no consigue rematar con un desenlace digno, que por el contrario peca de precipitado e incoherente. El cineasta no quiere reflejar los pormenores del mundo del boxeo, sino indagar en la supervivencia de los barrios de extraradio con un grupo de personas que parecen vencidas pero que aún no se han dispuesto a tirar la toalla del todo.
Dioses y perros se aleja de los anteriores trabajos del director en el género y en el contenido pero no en el marco. La crisis y los personajes marginales también aparecen en Aislados, En fuera de juego y Deshechos desde un punto de perspectiva más cómico y alegre, eso sí.
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