Actores: Pedro Ferreira, João Veiga, Nelson da Cruz Duarte Rodrigues, Paulo Ribeiro
Género: Acción
Duración: 95 minutos
País: Portugal
Año: XXII
Si no fuera por las menciones en las palabras de los personajes, cualquiera pensaría que la película transcurre en algún lugar de Brasil, ya que casi todos los habitantes del poblado son de raza negra y viven en fabelas.
No obstante, son los barrios suburbiales de Lisboa los testigos de la historia de Sombra. El protagonista acaba de salir de la cárcel para volver a ejercer de camello en Reboleira; sin embargo, el entorno que encuentra (o vuelve a encontrar) no es el más idóneo para alguien destinado al fracaso.
La deuda económica que contrae con el jefe de una banda, unida a las repetidas intromisiones de su novia, será la causa de la huida de Sombra. Escena tras escena, podemos ir deduciendo las elecciones que tomará, pero siempre bajo un cuidado que concede a la película un toque transgresor como cine negro.
El director, Basil da Cunha, no ha otorgado redención alguna los marginados sociales de su película, apartando todo ápice de esperanza. Podemos ver el infierno de la pobreza y la violencia y vivirlo en nuestra carne; de hecho, gran parte de la película transcurre de noche, es decir, connotando oscuridad, pero también misterio y, sobre todo, una bellísima fotografía. La vida y la muerte no significan nada, y la disciplina no se advierte por la ley, sino que es impuesta a través de amenazas por parte de los capos.
A pesar de algunos fallos, la trama del filme se sustenta en el diálogo. Además, el reparto parece haber sido elegido de las mismas fabelas, pues su aspecto es de lo más cuidado, o descuidado, perfecto para la clase social marginal.
24 horas en 95 minutos que nos harán tener en cuenta a Basil da Cunha mucho más de aquí a unos años.
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