NACIONAL.- "El peso de la ley y del Estado de Derecho caerá sobre los terroristas". Ésta ha sido siempre una de las consignas más exhibidas por el presidente del Gobierno, José María Aznar.
Advirtió a los terroristas de que estuvieran asustados porque iban a tener motivos para ello. Una y otra vez ha insistido en la necesaria confianza que ciudadanos y partidos deben tener en las fuerzas de seguridad del Estado, cuyo monopolio de la violencia se ve cada día puesto en cuestión por el terror que promueve la banda armada.
No había motivos que facilitaran a los ciudadanos españoles, y especialmente, a los vascos, una ciega confianza en las fuerzas de seguridad, dada la vertiginosa densidad con la que se sucedían los actos terroristas sin que pudiera hacerse, al parecer, nada al respecto. Estos días se le ha asestado un duro golpe a la banda terrorista. La cúpula política de ETA -EKIN-, y la cúpula militar -el jefe de los comandos etarras, Iñaki de Rentería- han sido detenidos en lo que se ha llamado la operación "Lobo Negro", dirigida por el Juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón.
Los partidos nacionalistas del País Vasco, PNV y Eusko Alkartasuna, también insisten en que la fórmula policial no es la única vía de solución a un conflicto que consideran también político, no sólo de orden público y de desafío a la autoridad del Estado. Pero la efectiva actuación del poder de la ley es requisito necesario para que la ciudadanía pueda confiar en los instrumentos del Estado de Derecho como medios de garantía de la paz social y de su seguridad.
[17-9-2000]