NACIONAL.- El presidente del Gobierno cree que es la hora de dejar las cosas claras y ha señalado con el dedo a quienes pactan con Euskal Herritarrok, el brazo político de ETA.
Tras el asesinato de otro concejal del Partido Popular en el País Vasco, Manuel Indiano, el PP ha lanzado un ultimatum a los ediles vascos que aún rechazan la escolta. Serán expulsados del partido si persisten en semejante actitud. "Nadie está libre", decía María San Gil, secretaria general del Partido Popular en el País Vasco.
El miedo ha calado incluso en Francisco Probanza, vicesecretario General de Unidad Alavesa, quien abandona el País Vasco. Sigue los pasos del profesor y escritor Mikel Azurmendi. Probanza ha tomado la decisión después de confirmarse que era objetivo preferente de ETA. "O te rindes, o te vas, o te mato" fue como sintetizó José María Aznar la disyuntiva que plantea ETA. El presidente llamó en su declaración del pasado viernes "nazis" a los terroristas.
En las filas nacionalistas también se producen bajas. Pello González, vicepresidente de la Mesa de Municipios Vascos, uno de los órganos nacidos del Pacto de Estella, dimitió de su cargo por razones "éticas y morales". El representante de EH en dicho órgano, Xavier Alegría, criticó la decisión y acusó al miembro de Eusko Alkartasuna de no atender a sus responsabilidades.
Además, la frontera entre España y Francia estará vigilada a partir de esta semana con un dispositivo de control especial que contará con 1.500 agentes de policías españoles y franceses. El objetivo es impedir el paso de miembros de ETA. Los ministerios de Interior español y francés han comprobado que los coches bomba se preparan en el país vecino para después trasladarlos a España.
[3-9-2000]