Amalia Casado.- Dos de los etarras que habían muerto al estallar el coche cargado de explosivos en el que viajaban eran Ekain Ruiz, natural de Hernani (Guipúzcoa), y Patxi Rementería, natural de Markina (Vizcaya). Los familiares, amigos y vecinos del primero, respaldados y motivados por las organizaciones simpatizantes de ETA, habían decidido instalar la capilla ardiente de Ekain en la casa consistorial de Hernani.
El ayuntamiento de Hernani, gobernado por Euskal Herritarrok (EH) con mayoría absoluta, así lo había aprobado en un pleno al que no acudió ningún representante de la oposición. Sin embargo, el 20 de agosto, la casa consistorial permanecía cerrada y guardada por efectivos de la Ertzaintza.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco dictaba a primera hora de la mañana una orden judicial en que suspendía de forma cautelar la decisión de los concejales de EH. Los agentes de la policía vasca se enfrentaron con material antidisturbios a familiares, amigos y vecinos de Ekain Ruiz, que pretendieron, sin éxito, tomar el ayuntamiento. La capilla ardiente se dispuso en la plaza Gudari (que significa “soldado”), hasta que comenzó el acto político en honor del terrorista. Todos los periodistas, excepto los representantes de los diarios Gara y Egunkaria, fueron expulsados de la plaza por los asistentes.
Una situación similar se produjo en Markina, donde se homenajeó a Patxi Rementería. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco también había suspendido la decisión del ayuntamiento, gobernado por el PNV, de establecer la capilla ardiente del etarra en la casa consistorial. Al acto político que homenajeó al etarra Patxi Rementería y del que también se expulsaron a todos los medios de comunicación no afines a la izquierda abertzale, asistió Arnaldo Otegi, portavoz de EH. Advirtió al PNV de que se convertiría en “cómplice de la política antiterrorista de Mayor Oreja” si acudía a la reunión con el ministro de Interior.
En efecto, el ritmo frenético de la bomba comenzaba a preocupar a las autoridades políticas y el nuevo secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, intentaba por todos los medios construir puentes entre las fuerzas políticas democráticas para restablecer un diálogo tan escurridizo e incoloro como el agua. El miércoles 30 de agosto comienza esta ronda de contactos del ministro de Interior con los representantes de los grupos parlamentarios. Pero, en absoluto, el diálogo es fácil.
La clave es el diálogo pero nadie sabe dónde hablar »