Fox lidera el cambio político en México tras ganar las elecciones
Pablo Fernández.- Vicente Fox será el próximo presidente de México tras vencer en las elecciones del domingo 2 de julio. El candidato del Partido de Acción Nacional (PAN) ha derrotado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernaba desde hace 71 años.
Fox deberá liderar una transición difícil y paliar los problemas socio-económicos del país. Los resultados de las elecciones no dejan lugar a dudas. El conservador Vicente Fox, con el 42,72 por cien de los votos, será el próximo presidente de México. El PRI, el partido que ha gobernado de forma casi dictatorial desde 1929, pasará a la oposición al haber conseguido sólo el 35,77 por cien del escrutinio. Este cambio histórico se ha producido por la alta participación de los mexicanos (un 64 por cien) y por la pérdida de confianza en el PRI de muchos de sus fieles seguidores que, hartos de corrupción y de promesas sociales incumplidas, han preferido votar por una nueva opción.
Pero sobre todo han sido las reformas electorales realizadas por Ernesto Zedillo, las que han propiciado el cambio. El anterior presidente de México creó durante su legislatura el Instituto Federal Electoral, un organismo no controlado por el gobierno que ha garantizado que éstas hayan sido las elecciones más limpias, democráticas y equitativas de los últimos años en México.
El líder del Partido de Acción Nacional (PAN), Vicente Fox, tiene varios retos por delante. Su primer objetivo será acabar con la corrupción y el abuso de poder que ha reinado en México durante décadas. Además, deberá enfrentarse con los 26 millones de mexicanos que viven en la miseria y con la profunda diferencia entre el norte, rico y americanizado, y el sur, extremadamente pobre.
Por su parte, el PRI intenta asimilar su derrota. La presidenta del partido, Dulce María Sauri, y el Secretario General, Esteban Moctezuma, han dimitido y ha comenzado una dura lucha por la dirección. El sector más conservador del partido, la llamada vieja guardia, critica al bando progresista, liderado por Ernesto Zedillo, por haber facilitado con la reforma electoral la victoria de la oposición. Estas luchas internas pueden romper la colaboración entre los gobiernos entrante y saliente, necesaria para la transición en México.
[9-7-2000]
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