Mueren 58 inmigrantes que viajaban escondidos en un camión hacia Dover
Ana Campillo.- España no es el único país que sufre el problema de los inmigrantes, y los marroquíes no son los únicos que huyen de su país tratando de sobrevivir. 58 personas fallecieron el lunes de la semana pasada tras escapar de su país, China, escondidos en un camión de tomates.
El camión en el que fallecieron estas 58 personas, cuatro de ellas mujeres, realizaba el trayecto entre Bélgica y Reino Unido; había partido del puerto belga de Zeebrugge y tenía como destino el puerto de Dover, principal vía de acceso al Reino Unido de refugiados políticos y emigrantes. De las 60 personas que viajaban en el camión tan sólo dos han sobrevivido en esta tragedia, la mayor que se recuerda en el Reino Unido relacionada con los inmigrantes ilegales.
Un oficial de aduanas del puerto de Dover, el de más tráfico de Inglaterra, descubrió la macabra escena con los 58 cadáveres en una inspección rutinaria. El camión había embarcado a las 7:30 de la tarde en el puerto belga de Zeebrugge y llegó tres horas después a la localidad británica de Dover, fue la noche más calurosa del año y el sistema refrigerador del camión estaba apagado. Sólo dos personas sobrevivieron, el resto murió, presumiblemente, asfixiados por el calor y la falta de oxígeno.
El dueño del camión, un joven de 24 años, ha permanecido en paradero desconocido durante los tres días siguientes al trágico hallazgo de los cadáveres, después se entregó a la policía holandesa. Las autoridades mantienen también retenidos al conductor del vehículo, acusado de homicidio, y a una tercera persona, un hombre que, presuntamente, está también relacionado con el traslado de estos inmigrantes.
Según los familiares de los fallecidos, cada persona pagó más de 3 millones y medio de pesetas por un pasaje en el camión, una cantidad demasiado elevada que las víctimas tuvieron que pedir prestada y que sus familias deben devolver incluso después del trágico desenlace del viaje.
[19-6-2000]
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