Ante la delicada situación que experimenta el euro, el Banco Central Europeo (BCE) decidirá, con toda probabilidad, subir los tipos de interés la próxima semana o, a más tardar, el 11 de mayo. La autoridad monetaria lamenta, en su informe correspondiente al mes de abril, que se no aprecie la mejora de las perspectivas económicas en la eurozona. "El tipo de cambio del euro no refleja la actual mejora de las perspectivas económicas en la zona".
Sin embargo, la depreciación del euro ha tenido también su aspecto interesante para los países de la Unión Europea. Las economías de la eurozona han logrado crecer con fuerza gracias a que han podido colocar mejor sus productos en el mercado internacional. Pese a todo, el BCE no está excesivamente contento y considera que la debilidad de la moneda "está presionando al alza sobre los precios de las importaciones" con lo que el control de la inflación está en riesgo.
Precisamente, la pasada semana se conocía que la inflación en la zona euro se situaba en el 2,1 por ciento, una décima por encima del máximo que tiene fijado el Banco Central. En su informe, el BCE asegura que "la política monetaria debe orientarse al futuro y anticiparse a dichos riesgos (en referencia a la inflación), antes de que se materialicen".
Actualmente, los tipos de interés se encuentran en la zona euro en el 3,5 por ciento, medio punto superior al primer día del año, cuando la moneda única inició su andadura en los mercados. Sin embargo, los aumentos del precio del dinero en Europa, se responden casi inmediatamente desde la Reserva Federal estadounidense. Todo apunta a que si el BCE sube los tipos de interés en los próximos días, la Reserva hará lo mismo en su reunión del próximo 16 de mayo.