Alberto Escalante.- La policía francesa ha asestado un nuevo golpe a la banda terrorista ETA con la detención de dos de sus miembros en la localidad francesa de Tarnos (Landes). Los detenidos, Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, y Concepción Iglesias Álvarez, se habían citado en la hamburguesería de un centro comercial.
La policía había localizado a la mujer que estaba con el hijo de la pareja y poco después vio a Gadafi acercarse al local, por lo que procedió a la detención de ambos. Gadafi, nacido en San Sebastián en 1966, se incorporó al comando Vizcaya en 1987 y fue su jefe desde finales de 1991 hasta mayo de 1992, cuando consiguió huir hasta México. En algunos organigramas realizados por las Fuerzas de Seguridad, Gadafi figuraba como integrante del “Aparato Logístico” de ETA. Al comando al que perteneció se le atribuyen más de 20 asesinatos. De hecho, el etarra fue condenado en rebeldía el 1 de octubre de 1998 por el Tribunal Correccional de París a seis años de cárcel por delito de asociación de malhechores.
La otra detenida, Concepción Iglesias Alvarez, huida de la Justicia, está acusada de realizar funciones de enlace con la banda terrorista. La Policía sospecha que fue la persona que viajó a Palma de Mallorca en el verano de 1995 para entregar a Juan José Rego Vidal dos millones de pesetas en moneda francesa y española para sufragar los gastos de reparación de un barco en Alcudia. El 19 de marzo de 1996 fue procesada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por el intento de atentado contra el jefe del Estado español junto con José Javier Arizcuren Ruiz, alias Kantauri, Juan José Rego Vidal, Ignacio Rego Sebastián, Ignacio María Gracia Arregi, y Jorge Garcí Sertucha.
Concepción Iglesias estaba reclamada por estos hechos desde el año 1995 a través de una orden de búsqueda y captura dictada por Garzón. También se la reclamaba por los delitos de pertenencia a banda armada y depósito y tenencia ilícita de armas. Además, el Tribunal Correccional de París la condenó el 26 de mayo de 1997 a seis años de cárcel. En el momento de la detención, los dos supuestos etarras llevaban documentación en la que se diseñaba un proyecto de ETA para crear una red empresarial en Centroamérica y con datos de algunas empresas investigadas por Garzón. Un día después, se entregaba en el juzgado de Bayona Iraun Zabaleta, el hijo del antiguo dirigente de ETA Baldo y que estaba huido desde que en noviembre la policía le sorprendió junto a dos compañeros robando una troqueladora.
[3-2-2000]