Jorge Galián López.- El Tribunal Superior de Londres ha otorgado permiso a Bélgica y seis grupos pro derechos humanos para pedir la revisión de la última parte del proceso contra Augusto Pinochet. El fallo supone un giro inesperado de los hechos aunque, de momento, de mínima repercusión.

La decisión de los tres jueces simplemente reconoce el derecho que tienen Bélgica y los grupos de Derechos Humanos para presentar un recurso de revisión judicial contra la decisión del ministro del Interior, Jack Straw, de liberar a Pinochet por motivos de salud. Es decir, no significa necesariamente que el caso vaya a ser revisado. Bélgica y los grupos pro derechos humanos han acogido la decisión del tribunal con visibles muestras de alegría. En un comunicado hecho público el pasado domingo, Amnistía Internacional "celebra" la decisión de los jueces e insiste en que el proceso debe centrarse ahora en los argumentos de fondo que defienden los solicitantes.
El Tribunal Superior de Londres, formado en esta ocasión por tres jueces -uno de los cuales es Simon Brown, el presidente-, considerará, a partir de ahora, los argumentos de las partes para decidir si el "caso Pinochet" merece ser revisado por la justicia. Es decir, se centrará en el contenido de la propuesta de revisión que tiene como punto central la confidencialidad del informe médico.
Las partes insisten en que el informe médico de Pinochet "es de interés público", entre otras razones porque es el documento en cuyas conclusiones se ha basado el ministro para inclinarse a denegar la extradición de Pinochet, y por tanto debe ser conocido por todas las partes implicadas en el proceso. La vista continuará hasta que los representantes de las partes y el abogado del Ministerio del Interior, Jonathan Sumption, terminen sus exposiciones.
[8-2-2000]