Putin interrumpe el asedio a Grozni y provoca una contraofensiva chechena
Txema García.- Solamente un descalabro militar mayúsculo en Chechenia podría alejar al actual presidente en funciones ruso, Vladímir Putin, de obtener la victoria en las próximas elecciones presidenciales del 26 de marzo. Los medios de comunicación moscovitas opinan que la decisión de Putin es un pulso con los militares, los cuales se han erigido en casi un poder paralelo gracias a la guerra en Chechenia.
Excusas como que los bombardeos rusos podrían provocar en una ciudad como Grozni, repleta de contenedores con productos químicos, un desastre ecológico y humano, o el respeto tanto al final del mes santo musulmán del ramadán como a la fiesta de la Navidad ortodoxa, suenan hilarantes a tenor del descomunal número de bombas que han caído sobre Grozni. La actuación del Ejército ruso ha dejado a las claras que no guarda especial respeto por la vida de la población civil. Más bien, y tal como apuntan diversos medios rusos, la decisión del presidente en funciones, Vladímir Putin, ha sido política. Putin, que se encuentra en la cúspide de su popularidad, ha querido dejar claro quién ostenta el poder en Rusia, ya que con la guerra el Estado mayor ruso ha obtenido aún mayor preponderancia de la que ya poseía.
Putin, que es respaldado por los militares, no ha querido perder su ventajosa posición en la carrera presidencial. Una ventaja que podría tener como último recurso una negociación con los independentistas chechenos si las cosas se tuercen por la vía militar.
Precisamente, esta vía militar parece haber alcanzado un punto de inflexión en la interrupción del asedio a Grozni y la destitución de los generales, Vladímir Shamánov y Guennadi Tróshev, como responsables de los frentes occidental y oriental respectivamente. El número de bajas sufridas por el Ejército federal y la tenaz resistencia chechena han llenado de incertidumbre a las tropas rusas. Los combatientes chechenos comenzaron una contraofensiva para "liberar" diversas poblaciones bajo control ruso. El Alto Mando checheno afirma haber recuperado la estratégica ciudad de Argún, a 16 kilómetros de Grozni, además de haber producido brechas en distintos puntos del cerco.
La interrupción del asedio a Grozni no significa, según Moscú, que en el resto de territorios se haya parado la guerra. Los combates continúan sobre todo en las montañas del sur de la región y el destino de la guerra, en estos momentos, es impredecible.
[9-1-2000]
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