Opinión  La Semana que vivimos - Del 22 al 28 de noviembre de 1999 - Número 134  

PERSPECTIVA

Sí, quiero

Alberto Escalante.- ¿Quieres a fulanita como legítima esposa hasta que la muerte os separe? Sí, quiero. Cuantas veces habremos oído estas dos frases. Muchas, pero no hablaré aquí de las bodas, sino que quiero extrapolar esta escena a los últimos acontecimientos político-judiciales españoles. Cambiemos los actores de la escena. En el lugar de la novia pongamos al Estado de Derecho. En el lugar del novio, a todos los españoles. En el lugar del sacerdote coloquemos el referéndum constitucional. Remontémonos unos años, unos veinte. El referéndum preguntó a todos los españoles: ¿Queréis el Estado de Derecho como legítima esposa hasta que la muerte os separe? Los españoles dijimos «sí, queremos». Además, exhibimos con orgullo la alianza como símbolo de madurez política y social.

Hasta aquí todo muy bonito y muy correcto. Sin embargo, los problemas de pareja vienen cuando se cree en el matrimonio sólo cuando interesa y se deja de creer en él cuando no se está de acuerdo con alguna consecuencia del sí, quiero. Eso, y concreto más, ha sucedido estos días con la consulta del juez Garzón al Supremo sobre Felipe González. Todos nos congratulabamos del Estado de Derecho que permite llevar a los tribunales a un ex presidente sin mayores problemas.

"Nadie escapa a la Justicia. Que page lo que hizo si así lo dice la Justicia", son frases que se oyen. Sin embargo, cuando la Justicia, en este caso el Supremo, dice que no hay motivos para imputar a González, algunos novios se quitan el anillo y no aceptan el buen hacer de la Justicia ni su resolución. González es culpable y si el Supremo dice lo contrario, está mintiendo. Si dijera que debe ir a prisión, sería el tribunal más maduro del mundo.


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Última actualización: Domingo, 28 de noviembre de 1999