Los campos de refugiados se quedan vacíos poco a poco
| Internacional | La Semana que vivimos - Del 28 de junio al 4 de julio de 1999 - Número 117 |
Txema García.- La ONU comenzó la semana pasada la repatriación "oficial" de los desplazados albano-kosovares que se encontraban en los campos de refugiados de Macedonia y Albania. Muchos de los refugiados comenzaron a volver a sus hogares en cuanto las tropas de pacificación en Kosovo, KFOR, pisaron la región, sin hacer caso de las indicaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que aconsejó una vuelta escalonada en cuanto las tropas de la KFOR pudiesen garantizar su seguridad.
Mientras que la ONU había repatriado una cantidad ligeramente superior al millar de refugiados antes del cierre de esta edición, el "regreso espontáneo" superaba las 480.000 personas. El vacío de poder ha provocado que en muchas de las ciudades el Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK) haya usurpado las funciones de la ONU, que hasta esta misma semana no eligió su delegado en la zona. El designado es el francés, Bernard Kouchner, creador de la organización no gubernamental Médicos sin Fronteras. La estructura, la administración y el poder judicial son inexistentes en estos momentos en Kosovo y las fuerzas de la KFOR se ven obligadas a actuar de policía hasta que lleguen los más de 3.000 agentes prometidos por la ONU.
Mientras tanto, el UÇK ha iniciado su desarme, tal y como firmaron el comandante de la KFOR, Mike Jackson, y el comandante de la UÇK, Hashim Thaçi, hace dos semanas. Las armas se depositan en contenedores vigilados por la KFOR. A pesar de todo, continúan las venganzas contra la población serbia, parte de la cual, más de 100.000 personas según Belgrado, ha abandonado la región. El nuevo foco de la ira son los gitanos, acusados de haber ayudado a los serbios y haber saqueado las casas en ausencia de los dueños albaneses.
Durante la semana pasada, varias personas fueron asesinadas, de las cuales seis habían pedido protección a la Legión española, que forma parte de la KFOR en el sector suroeste de Kosovo. Muchas casas fueron incendiadas en toda la región ante la impotencia de la KFOR. Las tropas alemanas establecidas en Prizren encontraron un centro de tortura del UÇK, aunque no pudieron detener a nadie. Además, aparecieron nuevas fosas comunes que esbozan el horror serbio en Suteska, en Bela Crvka y cerca de Nagovac, entre otras, donde aparecieron más de 130 cuerpos. Además, se conoció la existencia de documentos que constatan que la limpieza étnica fue realizada tras un minucioso plan estudiado previamente que implica al propio Slobodan Milosevic y al general Sreten Lukic, autor de la llamada Operación Herradura de genocidio.
[del 28 de junio al 4 de julio de 1999]
Más de 10.000 personas se manifestaron el pasado martes en Cacak, al sur de Belgrado, para protestar contra la política del presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, y para pedir su salida del gobierno. La gente acudió a la convocatoria desde todas las partes del país. A pesar de que la policía prohibió la manifestación y cortó varios accesos a la ciudad, no actuó para pararla. La protesta fue organizada por la Alianza por el cambio (SZP), una coalición de varios partidos de oposición, que apenas gozan de presencia en los medios, lo que coarta en gran medida su capacidad de presión.
Pocos días antes, el patriarca de la Iglesia ortodoxa serbia, Pavle, criticó la política de Milosevic en su homilía de la celebración del aniversario de la batalla de la perdida de Kosovo frente al imperio turco. Según Pavle, "durante años el contenido espiritual del aniversario ha sido secuestrado por los políticos nacionalistas serbios". El patriarca no dudó en acusar al gobierno de Belgrado de "antidemocrático".
Por su parte, Milosevic comenzó a realizar movimientos para ganar apoyos y convocó consultas con los principales líderes de la oposición. Según los analistas, el llamamiento va dirigido sobretodo hacia el Partido Radical Serbio (SRS) de Vojislav Seselj, y al Movimiento Serbio de Renovación (SPO) de Vuk Draskovic. El SRS es el segundo partido con más presencia en el Parlamento y tiene un marcado carácter nacionalista. Sus 15 ministros salieron del gobierno en protesta por la "capitulación" de Milosevic. El SPO es el principal partido de la oposición. Su líder, Draskovic, fue destituido del gobierno por sus discrepancias con el régimen de Belgrado durante los bombardeos de OTAN.
Entre las consultas se encuentra citado también Milo Djukanovic, presidente de Montenegro y del Partrido Democrático Socialista (DPS), que durante la guerra fue el dirigente más pro occidental y crítico con la política de Belgrado. Además, Belgrado anunció la posible ampliación de la coalición de gobierno, que incluiría a la Izquierda yugoslava (JUL), presidida por Mira Markovic, esposa del propio Milosevic. Todo indica que el Maquiavelo de los Balcanes se aferra a su poltrona, a pesar de que Occidente ya ha anunciado la supeditación de la reconstrucción de Serbia a su salida del gobierno.
Jorge Galián López.- El tribunal de Seguridad del Estado de Ankara dictó la sentencia prevista. Abdalá Ocalan, jefe de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), fue condenado a muerte por traición y separatismo. Los familiares de las aproximadamente 30.000 víctimas que causaron los atentados de sus seguidores celebraron la decisión tanto en el único acceso a la prisión de Imrali, donde se celebró la vista, como en todo el país.
Los tres jueces, todos civiles, no hicieron caso de las amenazas del PKK de derramar más sangre si se confirmaba la sentencia de muerte, ni de las palabras de autodefensa del acusado. Ocalan se mostró dispuesto a trabajar "para construir una paz honorable y una hermandad en el marco de una república democrática". Informó al tribunal de que había abandonado en 1993 la idea de independencia para el Kurdistán y de que ahora sólo luchaba para defender los derechos de su pueblo a manifestarse y recibir educación en su propia lengua. Además, trató de mostrarse como el único intermediario posible para lograr la paz. Pero el veredicto fue unánime y Ocalan fue condenado a morir en la horca.
La respuesta de la cúpula del PKK llegó desde Alemania. En un comunicado advertían que la sentencia "abre la puerta a nuevos conflictos en Turquía y Oriente Medio, y supone un paso atrás al ignorarse los llamamientos a la vía pacífica". La primera muestra la tuvimos el pasado jueves, cuando dos rebeldes kurdos dispararon con sus metralletas contra un café en la ciudad de Elazig y mataron a cinco personas.
La Unión Europea y organizaciones humanitarias de todo el mundo han pedido al gobierno de Ankara que no ejecute la sentencia. Pero la decisión contra Ocalan todavía no es definitiva. Sus abogados recurrirán primero al Tribunal Supremo turco. Si este no les da la razón esperarán a ver si el Parlamento aprueba la sentencia por mayoría absoluta y el presidente la rubrica, como manda la ley, para poder ejecutarse. Y si ninguna de las dos opciones les resulta favorable, todavía les queda la opción de apelar al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.
[29-6-1999]
Fernando Martínez.- Tras una dura semana de negociaciones entre unionistas y republicanos en el castillo de Stormont, en Belfast, para prolongar el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, Londres y Dublín han hecho una propuesta que satisface a todas las partes. El principal problema de las negociaciones radicaba en el plan de desarme de los grupos paramilitares, en especial del católico Ejército Republicano Irlandés (IRA), y el impedimento que esto suponía para formar un gobierno en el Ulster. Desde el lunes 28 hasta el viernes 2, el líder protestante del Partido Unionista del Ulster (UUP), David Trimble, y el dirigente del Sinn Fein, brazo político del IRA, Gerry Adams, discrepaban y desconfiaban mutuamente en cuanto a la entrega de las armas. Además, los republicanos tenían también una postura divergente en lo referente a la policía del Ulster y a las tropas británicas que están en Irlanda del Norte.
Según el acuerdo de abril de 1998, el proceso de desarme debe concluir en mayo del 2000. Con el texto propuesto por el Primer Ministro británico, Tony Blair, y su homólogo irlandés, Bertie Ahern, el gobierno autónomo del Ulster será realidad el día 15, y la transferencia de poderes de Londres a Belfast se produciría a partir del 18 de este mes. Sin embargo, una de las condiciones impuestas por Ahern y Blair es el desarme de los grupos paramilitares en el plazo fijado en el Acuerdo del Viernes Santo de 1998. En caso de que no se produjese, los partidos políticos integrantes del gobierno y relacionado con alguno de estos grupos podrían ser expulsados por una cláusula especial. Este apartado está directamente relacionado con el Sinn Fein, que tendrá dos ministerios en el nuevo gabinete de Irlanda del Norte, debido al gobierno de coalición entre el protestante UUP y el católico Sinn Fein.
A pesar de las dificultades que han supuesto las negociaciones, y del continuo tira y afloja entre unionistas y republicanos, la propuesta del documento de Londres y Dublín, titulado "El camino hacia delante", ha sido recibida gratamente por todos. Trimble, quien será el Primer Ministro de Irlanda del Norte a partir del día 15, se ha mostrado satisfecho con la prolongación del Acuerdo del Viernes Santo, y ha esperado que "éste sea el definitivo camino hacia la paz". Por su parte, Gerry Adams mostró su deseo de sacar el proceso adelante, al afirmar "deseo trabajar con vosotros", refiriéndose a los unionistas. Como afirmación de este acuerdo entre católicos y protestantes se ha celebrado el día 4 la marcha anual de la protestante Orden de Orange en Portadown. Como el año pasado, los orangistas no han podido desfilar por la calle católica de Garvaghy. Pero a diferencia de anteriores ocasiones, el desfile no ha acabado con conflictos y reyertas en las calles.
Jorge Galián López.- La Agencia Central de Inteligencia (CIA), en una acción impulsada por el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, desclasificó el miércoles 5.800 documentos que implican al ex dictador en el sistema represivo de Chile. Estos documentos están relacionados con "abusos de los derechos humanos" durante los años que van de 1973 a 1978. En ellos se cuentan, además, detalles sobre la Operación Cóndor, que es "el nombre en código para la persecución de izquierdistas, comunistas y marxistas dentro del Cono Sur", que muestra la colaboración entre los regímenes dictatoriales de Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil.
La Administración norteamericana resolvió el mismo miércoles mantener en secreto el material sobre el asesinato en EE.UU. del ex ministro chileno Orlando Letelier, el 21 de septiembre de 1976, ya que hay una investigación penal en marcha. Anunció que en los próximos meses serán desclasificados nuevos documentos del período 1973-1978, junto con otros de los años 1968-1973. Los informes despachados por la CIA dan cuenta de que en mayo de 1974 había 12.206 "prisioneros de todo tipo", de los cuales 6.143 permanecían detenidos en campos, 2.292 bajo arresto domiciliario, 1.291 detenidos en presiones y 2.480 arrestados en bases de las Fuerzas Armadas. En los informes aparecen víctimas de diferentes nacionalidades, entre ellas española.
Un ex alto oficial del Ejército chileno, el fallecido coronel Olagier Benavente, se atrevió por primera vez a romper el pacto tácito de silencio de los militares sobre la represión posterior al golpe de Estado de Chile, que en 1973 derrocó al presidente socialista Salvador Allende. El coronel declaró que durante la dictadura del general Augusto Pinochet, el método usado para deshacerse de algunos de los cerca de 1.100 detenidos desaparecidos fue arrojarlos vivos desde helicópteros al mar y a la cordillera.
Mientras Pinochet continúa detenido en Londres, los esfuerzos por buscar una salida humanitaria al del ex dictador persisten, sin encontrarse todavía una solución clara al problema. La pasada semana, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, recibió noticias del presidente de Chile, Eduardo Frei, en las que informaba del grave deterioro de salud que sufre el general Augusto Pinochet y de la fuerte depresión que padece. Un empeoramiento del estado de salud de Pinochet podría provocar que las autoridades británicas admitiesen su traslado a Chile por razones humanitarias. El Gobierno de Aznar no se negó a esta posibilidad, siempre y cuando la justicia británica acepte la propuesta.
[30-6-99]
