Espectáculos | La Semana que vivimos - Del 28 de junio al 4 de julio de 1999 - Número 117 |
Mª. Almudena Hernández Pérez.- La Fiesta es grande aun en los pueblos pequeños. Lo de los pueblos es igual, pero de otra manera: toros de deshecho, acabestrados y viejos, ternas descoloridas por el sol y por el tiempo, paisanos que llenan el graderío con la merienda y la charanga todos los años por las mismas fechas. En los pueblos siempre se triunfa, se dan muchas orejas. Todos salieron de los pueblos. Sin embargo, el rito es lo que permanece, la única diferencia que nos podemos encontrar entre los cosos más importantes y los palenques desconocidos. La suerte merodea, merodean los curiosos y cazatalentos. Muy pocas veces salen contratos.
En los pueblos, el toro tiene peligro. A pesar de ser más chico, de ser novillo, de los pitones afeitados y hierros desconocidos. Muchos revolcones, pero sin consecuencias. Como casi siempre. Sin olvidar que ocurre. Hace más de una semana, la localidad madrileña de Aldea del Fresno presenció un percance: un novillero de 21 años era cogido en el muslo izquierdo. La cornada tenía 15 centímetros de profundidad, no demasiado. Y dirán que es una exageración, que a nosotros no nos duele. Pero no tiene mayor trascendencia, en unos días estará cicatrizada. Mas "El Morocho" no se vestirá de luces en un mes, ni en dos.
Hugo José Molina, nombre de "El Morocho", cayó mal de la voltereta y se fracturó las cervicales en la primera y segunda vértebra, en la base del cuello. Su futuro tiene el nombre de un marrajo: tetraplejia. Ahora, saldrá en los libros, en la prensa, en líneas tan melancólicas y torpes como éstas. Da dentera pensarlo. A los 21 uno piensa en otras cosas. Se tiene más ilusión que los del anuncio. No sé cómo estará de eso Hugo José. Aunque siempre ha luchado. Desde que quiso ser torero ha sabido fijarse bien en los maestros que pasaban por la ganadería de su padre. Por allí anduvieron Rincón y Ortega Cano. "El Morocho" siempre ha estado rodeado de toros, por si fueran pocos los de El Rancho, allá en Venezuela, su tierra.
Luego, con las ganas de ser torero, vino el sacrificio. Pesaba alrededor de 120 kilos. Cuando perdió muchos de ellos, su padre le dejó tomarse en serio el toreo, abandonar la carrera de Veterinaria, y venirse a España. Así llegó a torear en un pueblo, donde le corneó la mala suerte. Tenía planes inmediatos. La alternativa: con Ponce, en unos dos meses. Y después, a luchar, a seguir luchando para hacerse sitio. Ahora ha de ser otra, pero la misma historia: a luchar, a seguir luchando. Sólo así podrá aprovecharse la suerte, si es que aparece. Atento a ella, y suerte para cuando aparezca. Y esperanza, mucha.
Mª. Almudena Hernández Pérez.- Regresa Juan Antonio Ruiz Román "Espartaco" a Pamplona después de varios años de ausencia por su lesión de rodilla. Plaza a plaza reconquista territorio el de Espartinas. Por contra, Julián López "El Juli" decide ausentarse en algunos cosos. El ruedo cuya feria está más inmediata es Pamplona.
Llega el 7 de julio y explota, tras el chupinazo, el colorido de los pañuelos y la fiesta que tanto cautivó a Hemingway. El escritor está este año más que nunca de moda, y hasta los sellos recuerdan a este personaje que tanto vivió los sanfermines y la Fiesta. Los carteles del último fermín del siglo, que reúnen a las principales figuras, discurrirán desde el 6 hasta el 14 de julio. En la presente edición, se echa en falta a uno de los toreros que triunfaron en los anteriores sanfermines, Víctor Puerto, que el año pasado salió en hombros por la puerta grande.
Los toros, actor estelar de la fiesta navarra, proceden de las fincas de Murube, Marqués de Domecq, Guardiola, Cebada Gago, Adolfo Martín, Miura, Jandilla, Guadalest y Niño de la Capea. Sin duda, un menú que a primera vista hacen honor a lo esperado en la denominada Feria del Toro. En cuanto a los diestros, los paseíllos de los festejos a pie acontecerán una vez que tenga lugar el festejo de rejones del martes 6, a cargo de Joao Moura, Pablo Hermoso de Mendoza y Paco Ojeda. Las ternas que seguirán al festejo inaugural de San Fermín 1999, serán las compuestas por un variopinto abanico de toreros.
La primera corrida (miércoles 7) la matan Emilio Muñoz, Morante de la Puebla y Miguel Abellán. El segundo de los festejos mayores va a cargo del murciano Pepín Liria, el sevillano Vicente Bejarano y Eugenio de Mora, de Toledo. Otro castellano en la tercera, el viernes 9, el torero de Albacete Manuel Caballero, a quien acompañarán Pepín Liria - que repite - y Eduardo Dávila Miura. Tomás Campuzano, Miguel Rodríguez y Javier Vázquez actúan el sábado 10; y el 11, el navarro Sergio Sánchez, Juan José Padilla y Antonio Ferrera. El colofón de las últimas tres tardes lo ponen Enrique Ponce, Francisco Rivera Ordóñez y, de nuevo, Morante y Espartaco, acompañado por José Tomás, y Rivera, que hará su segundo paseíllo en Pamplona. Cerrarán la feria Rincón, Ponce y José Tomás, el día 14. Carteles de lujo y expectación con los que se cantará el "pobre de mí" hasta el año que viene, en el que posiblemente, se volverá a hablar de "El Juli".