Mª. Almudena Hernández Pérez.- Comenzó la Feria de Abril en Sevilla y el sol brilló en lo alto. En la Real Maestranza, los reflejos de los alamares también brillaron, sobre todo los de Vicente Bejarano. El de Puebla consiguió la primera oreja de la feria a un toro de Gavira. Se inauguró la Feria de Sevilla, pero en Madrid las puertas estaban cerradas. La tarde no fue fácil. Después de un terremoto en los corrales, pues se llegaron a reconocer 15 ejemplares de Antonio Gavira, José Antonio Campuzano, topó con un lote sin combustible. Se encendió el tesón del diestro a la par que el animal se apagó. Más oscura tuvo la tarde Curro Durán, que sin lote - uno fue devuelto-, pasó por Sevilla sin ángel.
A pesar de la carestía de fuerza, los toros tuvieron nobleza y resultaron manejables. Bejarano se arrimó como si de esa tarde dependiera torear tres tardes en Madrid en la Feria de San Isidro. Cosa, que además de imposible, sólo se puede esperar en la desgracia de los compañeros. Y es que los madrugones de los carteles hacen pensar mal.
Llegará un día, en que se olvidarán los arrimones, las orejas correspondientes y los duendes, como el duende sevillano de Vicente, y se harán las ferias después de las otras ferias, aprovechando para el ramo, las flores que brotan en la primavera. Típica tarde de abril, soleada y calurosa fue la del domingo. Se celebraba la segunda de feria en la Maestranza con un cartel compuesto por seis rejoneadores. Los toros, de Luis Albarrán, se cerraron en tablas y, aplomados, dificultaron la labor de los caballeros. Pese a las querencias, Leonardo Hernández, Hermoso y Andy Cartagena -que sustituía a Peralta- cortaron una oreja. Al final, se apagó el sol y se quedó Madrid sin Bejarano y quizás sin otros. Pero Sevilla, morena de tanto sol, merendó con el toreo medido y pausado de Vargas; la actuación sobrada de Moura, el rejón de muerte de Leonardo, el encaje de bolillos que hace Hermoso de Mendoza y el riesgo con el que juega Andy Cartagena.
Mª. Almudena Hernández Pérez.- El tiempo vuela y los taurinos se preparan para la indulgencia plenaria. Con la Feria de San Isidro en la calle, los empresarios justifican los carteles, los apoderados y toreros ausentes lanzan sus reproches y los abonados, como buenos cristianos, pagan su penitencia anual costeando religiosamente los boletajes. Desde el 13 de mayo hasta el 9 de junio, los toreros invitados a la celebración participarán en el ritual del paseíllo, si el tiempo no lo impide y con permiso de la autoridad. Los que más mandan en el toreo, o en los despachos, reclaman al santo patrón que las cosas marchen bien, que ellos se encargarán de elegir corrida, vetar toreros y confeccionar los carteles.
El otro santo, el aficionado, se calla y deposita su limosna para no ver a nadie. Ni a El Juli, porque no le ha llegado el momento; ni a Curro Vázquez, porque tendrá el suyo; ni a Esplá, por lo de la tele; ni a Manzanares por esto; ni a Cristina, por aquello. Será que tenemos muy vistos a los veteranos y que Cristina no echara suficientes velas al candelabro que le tocó torear el año pasado en su confirmación en Las Ventas. Mas no desesperen, los últimos serán los primeros. Eso dicen.
Los taurinos tampoco verán rivalizar en el mismo cartel a Ponce y a José Tomás. Simplemente, porque no han elegido las mismas ganaderías para Madrid. Otros escogen la única opción que les presenta el pastel de la Fiesta, no hay más que ver quiénes matan las corridas "duras"que se dan en los últimos días de Feria.
Pese a todo, el San Isidro 99, y los festejos adyacentes, son los de la salvación y de las oportunidades. A la tabla del barco hundido se agarran quienes han podido entrar a una tarde en Feria, en las novilladas de la Miniferia e incluso en la corrida del día 9 (posiblemente con Bote, Iniesta y Leonardo Benítez), la más inmediata a comienzo de el último Isidro del siglo. Y es que, San Isidro Labrador, va a cambiar de oficio para dar a basto a tanta ceremonia: las confirmaciones de Aníbal Ruiz, Javier Conde, Miguel Abellán, Manuel Amador y Dávila Miura, y el doctorado de Gómez Escorial. Afortunadamente, el fin del mundo no será para todos.
CINE.- ¿No sabe qué película ir a ver? Aquí dispone de una larga lista de películas con un comentario sobre ellas para que sea más fácil elegir el largometraje que quieres ver. Para no encontrarse con una película de acción cuando uno quiere algo más tierno, o para no dormirse en la butaca cuando apetece sentir el riesgo en la pantalla.
