Opinión  La Semana que vivimos - Del 14 al 20 de diciembre de 1998 - Número 89  

De genocidas está el mundo lleno

Alpachyno.- Entre todas las palabras que tiene el diccionario, desgraciadamente, hay una de moda: "genocida". Parece que se trata de una nueva profesión: "Hijo... ¿tú qué quieres ser de mayor?", "yo, genocida mamá". Surgen de debajo de las piedras; primero Pinochet en Chile, después Karadcic en Yugoslavia y ahora Bill Clinton en Estados Unidos.
Les importa un carajo que la ONU esté en su contra, que se haya celebrado hace quince días el 50 Aniversario de los Derechos Humanos o que la Comunidad Internacional maldiga sus acciones. Claro que siempre hay tres o cuatro alelados sueltos que se atreven a justificar el ataque militar de Clinton sobre Irak. José María Aznar debe de ser el único en España que no se ha enterado de que el ataque norteamericano no responde a la política dictatorial de Sadam Hussein. No señor.
Los bombardeos de Estados Unidos y Gran Bretaña en Irak son tan sólo fruto de la ansiedad que sufre Clinton cuando piensa lo poco que le queda en la Casa Blanca. El proceso de destitución avanza con el hacha en la mano de forma implacable hacia su cabeza. Sus juegos amorosos con Mónica Lewinsky afilaron el arma que pondrá fin a su periodo como presidente de los Estados Unidos. Y ahora no sabe qué hacer. Bueno sí, atacar Irak. No es de extrañar, por lo tanto, que en EE.UU. llamen "Zorra del Desierto" a la operación militar de Clinton. Por algo será.
Por si acaso, me he propuesto rezar de aquí a fin de año para que en 1999 desaparezca la palabra "genocida" del ámbito político. Ojalá sea otra la que se ponga de moda: "justicia", para que todos ellos sufran en sus carnes la fuerza inexorable de la ley.


El torito de Arkansas y sus operaciones en el desierto

Nacho Abad.- Lo de Bill Clinton es para nota. Tomahawk Bill ha demostrado que le gusta hacer uso de todos los instrumentos cilíndricos y alargados. Con la Lewinsky dio el do de pecho, o si lo prefieren el do de pelvis. Los moralistas estadounidenses pusieron el grito en la estratosfera. Ya se sabe, el que no puede, al menos protesta. Personalmente, creo que el torito de Arkansas puede hacer con su cuerpo lo que quiera. La desgracia es que la presión sobre "tierra-aire Bill" ha hecho que pierda el norte. Para ocultar sus vergüenzas e intentar evitar el proceso de destitución le ha dado por lanzar misiles sobre Irak. A la operación se la ha denominado "Zorro del Desierto", aunque bien podría haberse llamado "Lewinsky del desierto". A Billy el rápido le ha salido el tiro por la culata. No sólo no ha conseguido paralizar el proceso de destitución, sino que todo el mundo se ha dado cuenta de que esta maquina de (¿?) es capaz de arrasar un país con tal de seguir en el puesto.
La mejor jugada para B-52 Bill habría sido enviar a la Lewinsky a Irak. Que ésta se hubiese liado a Sadam Hussein para que se despistara un poco de sus arsenales químicos y se hubiera preocupado de los de Mónica. Lo que Bill-express (este si deja mancha) ha hecho es simplemente improcedente y obsceno. Quiere eliminar a Hussein y lo único que se le ocurre es matar de hambre a la población y mandar a Irak en cuatro días más misiles que en la guerra del Golfo Pérsico. No debe ser apartado del cargo por ser un incontinente sexual, sino por no respetar al resto de los continentes. Las resoluciones de la ONU están para cumplirse. Tanto Sadam, como Bill. Aunque tengo la impresión de que carretero Bill (por lo que fuma) no quiera en realidad acabar con Hussein. Así tendrá una nueva oportunidad de relacionarse con otra becaria e inventarse una nueva guerra.

Por una zorra, Clinton desencadena
la "Operación Zorro del Desierto"

Antonio Burgos.- Sabíamos que la cremallera del pantalón de Clinton era larga, pero no tanto que llegara hasta Bagdad. Para que el mundo no vea la votación de la Cámara de Representantes sobre su destitución, Clinton se cierra la cremallera, y le sale de lo que hay dentro de la cremallera comenzar otra vez los trágicos videojuegos de guerra de la CNN, el bombardeo en vivo y en directo como espectáculo de la chulería máxima de los que se siguen creyendo guardias de la porra del mundo. No es que el dictador Sadam Hussein sea un modelo de democracia, pero Clinton puede tener muchos aviones, muchos cohetes Tomahaw o toma del frasco, Carrasco, pero no tiene razón. Ha bombardeado Bagdad, pero también ha bombardeado el control parlamentario de la Cámara de Representantes.
En esta operación desgraciada, los americanos se han equivocado hasta de nombre. Le han puesto "zorro del desierto", cuando le tenían que haber puesto "zorra de la Casa Blanca", que es la causante de que a estas horas haya en Bagdad al menos cinco muertos y treinta heridos. Como ya no hay rusos con rabos y cuernos en la Unión Soviética, sino simplemente yélsines con unas papas muy simpáticas de vodka, los americanos tienen que seguir inventándose enemigos exteriores para evitar hablar de los problemas interiores, por ejemplo, de la cremallera presidencial. Aquella OTAN en la que nos metieron, pensada para los videojuegos contra la Unión Soviética, ha sido vuelta a inventar, esta vez para atacar a una ciudad que tiene la culpa de que allí viva el loco dictador Sadam. Lo más triste del imperio americano y de su policía mundial son siempre los cogecosas que les hacen los trabajos sucios, como los ingleses en este caso, como Tony Blair, justificando lo injustificable antes de que en la Casa Blanca, Clinton nos diera el marcador de sus trágicos videojuegos. Habrá quien lo felicite, como ha hecho el gobierno español, como hubo quien felicitó a la Policía por la detención un Ricardo Guerra (Guerra tenía que ser) que nos fue presentado como el asesino de Aitor Zabaleta cuando parece que estaba viendo la televisión a la hora del partido. Seguramente, el rapado ultra Ricardo Guerra tiene su coartada perfecta. Dirá que no pudo asesinar a Aitor Zabaleta porque estaba ante el televisor esperando que empezaran los trágicos videojuegos del ultra no rapado de la cremallera, que por una zorra becaria, desierta de vergüenza desencadenó la operación "Zorro del Desierto".
Publicado también en ONDA CERO, Protagonistas:17-12-1998.


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Última actualización: Domingo, 20 de diciembre de 1998